La empresa levantó un acta notarial por lo que pueda ocurrir durante la paralización   

La Voz

LUGO

30 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La empresa Inca, adjudicataria de la fábrica de la luz, levantó un acta notarial porque con la paralización «la obra queda a riesgo y ventura de lo que pueda suceder: corrimiento de tierras, vertidos, desprendimiento de piedras». Su intención es presentar en pocos días la documentación necesaria para que la Confederación entienda que la construcción de la presa está autorizada y que se hizo en el único lugar posible sin causar daños no autorizados. La única imprecisión achacable a la empresa es no haber plasmado en metros el lugar exacto, pero no lo hizo porque cuando se presentó el proyecto, el caneiro no estaba tan roto como ahora y no podía precisar entonces los puntos en que necesitaba secarlo para repararlo. 

De toda formas, el pasado 15 de octubre Inca envió un escrito a la Hidrográfica explicando la ubicación exacta de la ataguía  prevista en el estudio de impacto ambiental «y no hemos recibido contestación hasta el 25 de noviembre, 15 días más tarde del inicio efectivo de las obras», a raíz de la alarma causada en la sociedad.

   Y otra grave imprecisión es no haber iniciado la obra en septiembre, con más tiempo asegurado de aguas bajas. La empresa espera que la Confederación autorice en los próximos días la continuidad de la obra antes de que el invierno pueda arrastrar el dique.