La Hidrográfica mandó parar la represa que secará el canal de la fábrica de la luz

m.c. / E.G.S.

LUGO

ALBERTO LÓPEZ

Sin embargo el corte quedó casi acabado porque las máquinas avanzaron

26 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La Confederación Hidrográfica del Miño y Sil envió un requerimiento hace dos días al Concello de Lugo como titular que solicitó las obras de la fábrica de la luz para que estudiase la posibilidad de parar las obras de la gran presa que está construyendo para cortar la entrada de agua al canal. La Confederación considera que la presa se hizo unos 150 metros más arriba de lo que se planteaba en el proyecto y por tanto también es más larga de lo necesario. Sin embargo las obras continuaron ayer durante todo el día y el gran muro de piedras y tierra ya alcanzó prácticamente la presa y cortó el cauce. Por ello, la confederación envió ayer mismo otro requerimiento ordenándole taxativamente la paralización de la construcción de dicha escollera (conocida técnicamente como ataguía), y que las obras de la fábrica de la luz continúen en otras zonas.

Está por ver si hoy el concello manda paralizar la construcción de la represa o permite que se acabe definitivamente y el canal de entrada de agua a la fábrica de la luz pueda quedar seco de inmediato. El organismo de aguas dijo que si no se para la construcción de dicha ataguía se verán obligados a abrir un procedimiento para sancionar al concello y quizá en el peor de los casos acudir a los tribunales si no existe acuerdo entre ambas partes.

Paralizar, el gran problema

El ayuntamiento aseguró ayer que había dado órdenes a la empresa Inca para que se ciñese al proyecto, pero parece que no ordenó la paralización del talud. De hecho, las obras continuaron.

Llegados a este punto, si realmente existe un error ?voluntario o involuntario? del lugar donde se decidió construir la represa, quizá lo más operativo para el concello sea dejar que se termine la escollera para que la obra pueda seguir adelante, aún a sabiendas de que pueda haber una sanción. Algunas fuentes consideran que ya que en el proyecto se autorizó la construcción de una presa dentro del río para cortar el agua al canal y poder limpiarlo, su colocación 150 metros más arriba podría no ser considerado un incumplimiento tan grave como para parar su construcción.

Dejar el talud a medio construir en estos momentos puede ser peor si en próximos días empieza a llover y las riadas lo arrastran y lo destruyen. Además, en ese caso la obra de limpieza del canal ya no podría llevarse a cabo y quizá el proyecto quedase abandonado todo el invierno.

Por otra parte, destruir el talud construido actualmente con grandes rocas y tierra para volver a hacer otro, a unos 150 metros río abajo sería en realidad causar dos impactos en vez de uno al cauce del Miño.

Una ubicación ilógica

En cuanto a la presa artificial que tanta polémica ha levantado por su impacto visual, no parece muy lógica su ubicación más arriba de lo previsto, porque en realidad encarece su coste, ya que es varias decenas de metros más larga que si se hiciese en el lugar autorizado, próxima a la boca de entrada del canal. Además, el verdadero interés está en limpiar y profundizar el propio canal, y parece inútil y costoso secar una gran superficie de río como se va a hacer ahora.