05 oct 2015 . Actualizado a las 21:39 h.
Localidades como Rábade o Parga deben al tren buena parte de la actividad económica de varias décadas del siglo pasado. Los tiempos fueron cambiando, el tren perdió fuelle ante el transporte por carretera, y las vías férreas y las estaciones fueron quedando casi inactivas ante una indiferencia social y política en la que pocas veces se han escuchado propuestas concretas para hacer atractivo el ferrocarril dotándolo de horarios y tiempos de viaje realmente competitivos. El Concello de Rábade programó viajes en tren a Lugo para rechazar la presencia de vallas en el entorno de la vía, y el de Guitiriz, para protestar contra la supresión de la parada del tren nocturno a Madrid.