Buscan soluciones para que O Rato tenga una mejor carretera

La Voz

LUGO

CARLOS CASTRO

El tramo de tres kilómetros tiene diez deceleradores y dos límites de velocidad

27 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El diputado provincial que se encarga de la infraestructura viaria, Jesús Carreira (que es el alcalde de Guntín) está a la espera de que los técnicos de la Diputación le expongan sus ideas sobre lo qué hacer con la carretera de O Rato para mejorarla y, sobre todo, para convertirla en más segura. En los tres kilómetros de itinerario hay un total de diez deceleradores o cojines europeos, para que los conductores no se pasen con la velocidad, y dos tramos con limitación de velocidad. La mayor parte está a 50 por hora y uno más pequeño a 30. Aún así, parece que algunos usuarios van muchísimo más por encima de lo permitido. El resultado son las numerosas salidas de vía con el resultado final de vehículos en el cauce del río.

 Son muchos los problemas que se le juntan a este tramo. De noche es altamente peligroso por la falta de visibilidad. No hay alumbrado público como sucede en el paseo do Miño, al lado de la N-VI. Está prevista su colocación. Orozco y Lara Méndez, meses antes de que se cambiaran los papeles, lo presentaron a los medios. Avanzaron incluso que las luminarias iban a tener GPS  para que no las robaran. El Partido Popular, cuando era oposición en el organismo provincial denunció en numerosas ocasiones la falta de seguridad en esta carretera que bordea la capital lucense.

Peatones y ciclistas han de evitar el tramo en las horas de menos visibilidad. De no tener más remedio que hacerlo tendrán que ir dotados del correspondiente material reflectante para ser vistos. Hay muy poco espacio en los arcenes en las zonas en las que estos existen realmente. En buena parte del itinerario el asfalto se acaba en la cuneta.

Más problemas. Actualmente la carretera está mal pintada. Los conductores pueden despistarse fácilmente. Además no hay ni un solo paso de peatones. Quizás debieran existir por lo menos cuatro: uno al inicio y otro al final del tramo; otro a la altura del restaurante y otro en la zona del centro de cestería. 

El pavimento está mal. Hay muchos remiendos. Ha de ser mejorado. 

Algunos técnicos aseguran que uno de los principales problemas del tramo radica en el peralte de la carretera. Tira, aseguran, hacia la zona del río. De todos modos respetando las limitaciones de velocidad es muy difícil no conseguir dominar el vehículo aun cuando el pavimento esté mojado o húmedo como suele suceder la mayoría de los días de invierno porque el trayecto discurre por zona umbría. En las muchas jornadas de niebla la inseguridad del tramo se multiplica.

Todos estos problemas quizás pasasen sin mayor trascendencia si la vía tuviese un escaso tráfico como sucedía hace unos años, sin embargo la situación cambió radicalmente y ahora la carretera es incluso utilizada por numerosos usuarios del Hospital Lucus Augusti que tratan de evitar la congestionada Ronda das Fontiñas. Se da la circunstancia de que hay autobuses de línea que  utilizan el recorrido para acercarse a  la parada del centro hospitalario para recoger viajeros. 

No falta quien reclame la presencia de más vigilancia de la Policía Local, incluso con el vehículo radar. Fuentes municipales explicaron ayer que no eran frecuentes las denuncias  de usuarios sobre comportamientos indebidos de otros automovilistas. Sin embargo hay constancia de que en algunas ocasiones el vial fue utilizado para competiciones o por kamikazes que huían de la Guardia Civil.

Fuentes policiales aseguraron que el vial figuraba en la lista de zonas preferentes a la hora de la vigilancia. En este sentido recordaron que las patrullas recorrían frecuentemente todo el itinerario.

Vallas protectoras

Algunos usuarios del parque del O Rato aseguran que una solución que reforzaría la seguridad sería la colocación de vallas protectoras en todo el recorrido  para que impidiesen que los vehículos saliesen directo hacia el fondo del río donde acabaron al menos media docena de ellos.