A Rajoy le gusta el aguardiente y la empnada de anguilas

Xosé Carreira PORTOMARIN / LA VOZ

LUGO

El presidente del Gobierno fue nombrado Cabaleiro da Orde da Alquitara

23 ago 2015 . Actualizado a las 12:37 h.

¿Quedó alguien que no se fotografiara con Mariano en su visita a Portomarín? La alcaldesa de Triacastela, Olga Fontal; el portavoz del PP en el Senado, José Manuel Barreiro... Hubo cola. Casi no le dejan ni tomar una caña. Rajoy demostró tener aguante en todos los sentidos; y aunque por momentos parecía que le iba a dar una fresca al hombre que le gritó constantemente que se fuera de allí, lo que hizo fue poner el piloto automático, con sonrisa incluida.

El acto de nombramiento de Caballero de la Real Orden Serenísima de la Alquitara duró poco. Fue el tiempo que llevó darle un pergamino, regalarle un peregrino tallado en piedra y un bastón de madera, obsequio del alcalde Juan Serrano, que hizo de anfitrión. Los discursos fueron breves. El regidor le explicó a Mariano Rajoy que Portomarín era un pueblo con futuro porque, después de haber quedado anegado por las aguas, supo salir adelante con el empeño de los vecinos. «Es un poco lo que tú estás tratando de hacer con este país, trabajar duro, y Portomarín te lo tiene en cuenta», dijo Serrano.

Y Mariano respondió diciendo que era un verdadero honor «como santiagués, gallego y español» estar en la localidad. Contó que vio muchos peregrinos cuando venía en el coche y aprovechó para echar mano de las estadísticas sobre visitantes porque vivimos, dijo, el mejor año turístico de la historia, tanto en Galicia como España.

Después de los discursos hubo rueda de prensa con los periodistas en el palco de los Domingos Folclóricos. A posteriori Rajoy y sus asistentes se fueron a tomar algo al bar de al lado del consistorio. El presidente se tomó una caña y picó pulpo.

¿Y el nuevo caballero de la Real Orden Serenísima de la Alquitara probó el aguardiente? Esa pregunta la respondió el alcalde de Portomarín. Sí. Se interesó por el licor en el almuerzo y destacó su calidad. Le regalaron una botella y mostró interés por llevarse algunas más.

Además del pulpo que le sirvieron en el bar, durante el almuerzo Mariano degustó anguilas, en empanada y también guisadas y fritas. El pollo campero no lo probó.

Rajoy se encontró en la plaza principal de Portomarín con un grupo nutrido de personas que lo recibieron. Entre estas figuraba una niña de primera comunión a la que el presidente recibió. También se le acercaron otras muchas personas. «Nada de autonomía a los catalanes», le dijo una mujer.

Ya en los porches del concello saludó a miembros de la corporación municipal y también a algunos funcionarios. En ese momento recibió de regalo una tarta de Portomarín. Después, ante la sorpresa de muchos peregrinos comenzó la larga sesión de fotografías.

Se sumaron a la misma los invitados de la primera comunión, las cocineras del establecimiento donde el presidente tomó la caña, varios peregrinos y políticos. Vamos, que no tuvo foto con Mariano el que no quiso porque él no puso ninguna pega.

Ganó la partida de tute que jugó en la bodega del alcalde

Serrano, el alcalde, invitó a comer en su bodega. Por cuestiones de espacio, únicamente pudo acoger a dieciséis personas y una de ellas fue Rajoy que no mostró ninguna prisa por marchar de Portomarín. Lo hizo ya muy avanzada la tarde.

Después de la comida, pidió echar una partidita de tute. Jugó con unos amigos y ganó a sus rivales, uno de ellos era el regidor de Portomarín. A Mariano se le dan bien las cartas. Serrano comentó que Rajoy había sido un merecido vencedor en la contienda.

El alcalde se mostró muy satisfecho y agradecido por la visita del presidente del que elogió, entre otras cuestiones, por ser una persona campechana y cercana. Mariano Rajoy es el primer jefe de estado que recibe la distincición. El nombramiento, que aceptó cuando se lo comunicaron oficialmente, se produjo a principios de año y no pudo asistir al acto de imposición junto al resto de cabaleiros y damas el Domingo de Pascua, por lo que aprovechó su estancia vacacional en Galicia para visitar Portomarín y recibir el medallón que le acreditará como cabaleiro de la Real Orde da Alquitara.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que ayer acudió a Portomarín para recibir el nombramiento de Cabaleiro da Orde da Alquitara, dijo a la conclusión del acto que estaba convencido de que «podemos estar muy tranquilos con relación a las pensiones». Mariano Rajoy apuntó que «probablemente sea el tema más importante que tengamos sobre la mesa porque hay que recordar que, casi el 40% de los presupuestos que se debatirán la próxima semana, se dedica a pensiones porque en España hay 9.300.000 personas con pensión; además, la esperanza de vida es alta». «Ahora bien, el objetivo es mantener un sistema como el que tenemos y mejorarlo. La clave es la creación de empleo. Cuanto más crezca mejor porque cuantos más coticen, mejor. Tengo que decir que en este momento estoy tranquilo con el sistema de pensiones. La única partida de los presupuestos que en un momento de gravísima dificultad no ha bajado nunca fue la de las pensiones. Además, fue la única que subió siempre. Al principio, también subía el esempleo, pero ahroa baja porque hay personas que encuentran trabajo, pero estoy convencido de que podemos estar muy tranquilos en este asunto».

El presidente no es ajeno al debate generado en el sentido de que algunas pensiones van a tener que ser abonadas con impuestos. «Sí, ese es un tema del que habrá que debatir. Pensiones que se pagaban con cotizaciones ya se están pagando con impuestos; son 13.000 millones de euros de las pensiones no contributivas. Ahora otra cosa que se puede estudiar es que las contributivas se paguen solo con cotizaciones a la Seguridad Social y las de viudedad y orfandad se empiecen a pagar con impuestos. Esta es una cuesión puramente técnica aunque es importante. Pero lo importante es que la gente siga recibiendo su pensióin. Estoy muy tranquilo sabiendo que es uno de los grandes retos que tenemos y que suponen casi el 40% de los presupuestos del Gobienro. Es uno de los grandes retos que tenemos en España junto con los de mantener un estado de bienestar que no tiene casi nadie en el mundo con pensiones públicas, sanidad pública, educación y servicios sociales».

También se refirió ala crisis del sector lácteo y dijo que esperaba que hubiera una solución satisfactoria. Dijo que era injusto que se estuviera vendiendo leche por debajo del precio de producción. «Así, no es rentable ninguna explotación», advirtió. Destacó que estaba convencido de que al final, entre todos, se buscaría una solución satisfactoria pero no obvió que el asunto es de una «enorme complejidad y dificultad». «Estamos haciendo todo lo que podemos y está en nuestras manos y lo único que no podemos hacer, lógicamente, es incumplir la normativa europea, porque eso no se puede hacer», explicó. Rajoy no quiso quedarse con toda la responsabilidad y dijo que también dependía del compromiso de los productores, la industria y los distribuidores.

Un periodista también le preguntó por la situación de Grecia. Dijo que después de la dimisión de Tsipras y el anuncio de elecciones esperaba que el país «se gobierne bien» y aprovechó para explicar que «la demagogia sobra siempre en cualquier faceta de la vida y lo que tiene que hacer un gobernante es estar también para los momentos difíciles y no echarle la culpa de todo a los demás». Dijo que no había tenido ningún sentido haberse enfrentado a la UE que era quien estaba ayudando al país.  Recordó que España aportará al resctate 10.150 millones de ehros «y no es una cifra ciertamente menor». Aprovechó para arrimar el ascua a su sardina y recordó que España hizo bien los deberes al haber intentado «ser serios con las políticas que hemos llevado y, por fortuna, se ven los frutos».

Atención sanitaria a inmigrantes

Otro de los asuntos abordados por el presidente del Gobierno fue la atención santiaria a emigrantes. Dijo que, a partir de septiembre, abordarán este asunto para tratar de que esta se preste en todas las comunidades por igual. Opinó que no tenía sentido que en unas se ofreciera y en otras no.

La visita a Portomarín de Rajoy causó gran expectación porque el acto de entrega de la distinción tuvo lugar en la plaza principal de la localidad. Lllegó bastante puntual a su cita y fue recibido entre aplausos, pero también con algún silbido y varios gritos de «fuera, fuera». A pesar de ello, no hubo incidentes. El presidente se mostró muy contento con la distinción que le otorgó Portomarín y también «orgulloso» del pueblo. Después de la intervención tomó una caña y unos pinchos con los numerosos políticos que lo acompañaron y se hizo multitud de fotos.

Mariano Rajoy es el primer jefe de estado que recibe este galardón. Su nombramiento, que tuvo que ser aceptado por él cuando se lo comunicaron oficialmente, se produjo a principios de año y no pudo asistir al acto de imposición junto al resto de cabaleiros y damas el Domingo de Pascua, por lo que aprovechó su estancia vacacional en Galicia para visitar Portomarín y recibir el medallón que le acreditará como cabaleiro de la Real Orde da Alquitara.