Sus integrantes fueron detenidos por la Guardia Civil y están en la cárcel
28 jul 2015 . Actualizado a las 13:46 h.Una familia lucense, cuyos siete itegrantes están en la cárcel después de haber sido detenidos por la Guardia Civil, ideó una cocina zulo para ocultar la heroína que supuestamente repartían luego entre consumidores de la ciudad y sus alrededores. El escondite lo ocultaron con azulejo y, para sacar la droga que tenían en el interior, utilizaban lo que los agentes califican de sofisticado sistema provisto de una cuerda y una bandeja.
La detención de esta familia ya fue llevada a cabo en el mes de junio, pero la Benemérita no informó hasta ayer de la operación que también fue llevada a cabo en Madrid y que fue bautizada como «Vector Kalina». Se cerró con la detención de nueve personas de edades comprendidas entre los 23 y los 51 años a las que atribuyen tráfico de drogas, falsificación de moneda y documentos, tenencia ilícita de armas y pertenencia a grupo criminal.
La investigación comenzó en febrero de este año cuando la policía judicial de Burgos tuvo infromación de delitos de violencia de género y amenazas de muerte en el entorno de una familia residente en Lugo. Las gestiones realizadas por aquel entonces levantaron las sospechas de que podría tratarse de un clan familiar con lazos en Madrid dedicado al comercio de droga. Los seguimientos a los que fueron sometidos determinaron que mantenían contactos con compradores y que establecían fuertes medidas de seguridad. Cambiaban frecuentemente los móviles, tenían varias líneas abiertas a la vez y cuando ya creían que estaban controladas, contrataban otras nuevas.
Dice la guardia civil que utilizaban términos secretos para referirse a la droga, a la policía y a las armas de fuego. En una primera fase fueron detenidas las seis personas de Lugo. En la vivienda les encontraron droga, utensilios para su manipulación y una pistola con munición real, así como armas blancas y documentación falsa. La segunda fase ya fue en Madrid donde fueron detenidas otras tres personas relacioandas con el clan.
«Grupo peligroso, disciplinado, con reparto de funciones, perfectamente organizado y fuertmente jerarquizado cuya cabeza visible era el lucense A.R.M., de37 años», explicaron fuentes de la Guardia Civil.