Cientos de libros históricos de la biblioteca del Seminario en grave riesgo por falta de restauración

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

LUGO

Los organismos oficiales cortaron las ayudas para el mantenimiento del recinto y la institución no puede afrontar la rehabilitación

26 jul 2015 . Actualizado a las 13:21 h.

Centenares de valiosos libros de la biblioteca del Seminario Diocesano de Lugo precisan una restauración urgente para evitar su destrucción. Entre los ejemplares figuran piezas de los siglos XVI, XVII y XVIII. La institución que mantiene esta biblioteca, considerada como una de las más relevantes de toda Galicia, no dispone de fondos para poder afrontar el proyecto. Las ayudas que recibía de los organismos oficiales hace años que fueron cortadas.

La situación de los ejemplares es tan preocupante que el bibliotecario considera que es necesaria una actuación urgente. El llamamiento no solo está dirigido a las instituciones públicas sino a otras de carácter privado e incluso a empresas que podrían colaborar con la iniciativa.

No existe ninguna duda de que la Biblioteca del Seminario Diocesano de Lugo es uno de los bienes culturales de gran relevancia de la provincia. Lo es por el gran número de volúmenes, cerca de cien mil, sino por la calidad y valor bibliográfico de los mismos. Algunos de ellos son piezas únicos editadas por prestigiosos impresores europeos.

El fondo más antiguo de la misma está formado por la biblioteca episcopal de la que fue autor el obispo Balanzá y que está compuesta por numerosas donaciones de canónigos, profesores, sacerdotes y también particulares. Destacan no solo los libros de carácter religioso sino grandes colecciones de Matemáticas y también Medicina. La biblioteca tiene 8.000 volúmenes en gallego entre los que destacan todos los que pertenecieron a Vázquez Saco y también a Ricardo Carballo Calero.

La biblioteca fue saliendo adelante, entre otras razones, gracias a aportaciones de organismos oficiales. En algún momento llegaron a 1.300.000 pesetas, pero poco a poco la Xunta fue recortando hasta dejar sin nada a la institución en la que entran cada año más de tres mil volúmenes, muchos de ellos donados por personas particulares.

Un buen número de ejemplares fueron deteriorándose con el paso del tiempo, por el uso y otras circunstancias. La humedad y la temperatura a la que están sometidos no solucionan los graves deterioros que tienen muchas piezas.