El Gran Hotel ya cuenta con varias empresas interesadas en comprarlo

La Voz

LUGO

OSCAR CELA

Un cambio en la ley concursal permite venderlo en la fase actual

30 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El Gran Hotel de Lugo y posiblemente los otros dos que formaron parte de la misma cadena, el San Martín de Ourense y el Gran Hotel Santiago, podrían encontrar comprador antes de llegar a la fase de liquidación de sus respectivos concursos de acreedores.  Empresas vinculadas al sector y fondos de inversión mostraron su interés en conocer las deudas de los establecimientos  ?hipotecas con los bancos, Seguridad Social, Hacienda, con el personal y con los proveedores? para estudiar la posibilidad de presentar sus ofertas en la denominada fase común. Esta posibilidad la establece la Ley Concursal en los últimos cambios introducidos. 

La posibilidad anterior permitiría la venta del hotel, como unidad productiva en funcionamiento, lo que, según fuentes consultadas garantizaría la continuidad de la actual plantilla. Esta opción contaría con el apoyo del sindicato mayoritario en el establecimiento, la CIG, que asesora a los ex empleados que presentaron el concurso. 

El hotel de la avenida de Ramón Ferreiro contó en su mejor época con una plantilla de más de 70 trabajadores fijos, que actualmente está reducida a 27. La elevada ocupación de las instalaciones ha supuesto en más de una ocasión que el establecimiento haya tenido que recurrir a una empresa de trabajo temporal para solucionar sus necesidades de personal en momentos puntuales.

Ocupación elevada

El hecho de que el hotel esté funcionando bien, entre otras razones por el cierre del Jorge I, que trasladó al establecimiento de la avenida de Ramón Ferreiro parte de su clientela, hacen que la opción de venta de la unidad productiva funcionando tenga mayores posibilidades de seguir adelante, dado que genera ingresos. Por el momento el administrador concursal ya pudo efectuar algunos pagos. 

En el caso del Gran Hotel de Lugo parece que ya existieron algunos contactos para saber cual es la postura del principal acreedor, el Banco Popular,  con el que la familia Martínez Núñez suscribió en su día una hipoteca que supera los seis millones de euros. El banco inició los trámites para la ejecución del embargo del edificio y ya estaba fijada la fecha de la subasta cuando el grupo de nueve extrabajadores y un empleado en activo presentaron el concurso de acreedores. La declaración de concurso suspendió el embargo y evitó que Proalsa, la sociedad que explota el hotel lucense se quedara sin su bien principal, el edificio que ahora despierta interés. 

Cualquier tipo de acuerdo sobre el hotel y con su posible cambio de titularidad tendría que pasar por el administrador concursal y contar por la aprobación del Juzgado Mercantil.