Se negó porque no se fiaba de su compañero que fue quien inició el informe
31 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Un agente de la Policía Local de Burela, que actualmente ya se encuentra jubilado, fue condenado por la Audiencia Provincial de Lugo a una pena consistente en ocho meses de inhabilitación para empleo o cargo público por negarse a efectuar un atestado correspondiente a un accidente de tráfico ocurrido en la madrugada del 1 de enero de 2012. El percance consistió en el choque de un vehículo contra un establecimiento.
Los agentes que estaban de servicio practicaron las primeras diligencias, entre ellas la prueba de alcoholemia al conductor que dio positivo. Las actuaciones fueron entregadas al agente R. L. O., para que, como instructor, concluyese la elaboración del atestado. «Dicho agente, a sabiendas de que los hechos instruidos presentaban indicios de un posible delito contra la seguridad vial y con conocimiento de la obligación de instruir el atestado, dejó sin terminar la instrucción del atestado voluntariamente», dice la sentencia en su apartado de hechos probados.
A la vista de la situación, el inspector principal de la Policía Local de Burela lo requirió para que concluyese el atestado, pero «persistió deliberadamente en su conducta omisiva». Casi cuatro meses después del accidente, el inspector le envió un escrito al alcalde informándole de que el atestado no había sido enviado al juzgado porque el instructor no lo acababa. Esta circunstancia motivó que el alcalde ordenase verbalmente su conclusión pero este desoyó tal mandato. Finalmente tuvieron que acabar la redacción del documento otros policías.
El agente declaró que no se fiaba de del atestado de alcoholemia de su compañero por la mala relación que tenían. El tribunal estima que esta justificación no es de recibo.