A prisión el dueño de un burdel por comunicarse con sus ex empleadas por Facebook

lugo / la voz LUGO

LUGO CIUDAD

La jueza se lo había prohibido durante la instrucción de la operación Carioca

30 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Lugo ratificó la medida de prisión provisional comunicada y sin fianza de José Marcos Grandío Ascariz, que regentó el club de alterne Eros, por haberse comunicado, especialmente a través de Facebook con mujeres que trabajaron en el establecimiento, a pesar de tenerlo prohibido después de haber sido puesto en libertad en el mes de abril de 2011.

Explica la jueza en un auto que en el mes de octubre de 2013 el que fuera empresario de la noche quebrantó la prohibición porque se comunicó con una mujer vinculada al club. Posteriormente, en octubre de 2014, le mandó un mensaje por la aludida red social, tratando de entablar conversación con ella.

El imputado declaró que no conocía a la mujer, pero a la magistrada no le resulta creíble visto el contenido del mensaje en el que se interesaba por ella y menos aún teniendo en cuenta que esta mujer era novia del encargado de arreglar y reparar los equipos informáticos en el club de alterne.

Además, refleja el auto, Grandío Ascariz utilizó las cuentas del Facebook para mantener contactos con otras mujeres que trabajaron en el establecimiento. El imputado lo negó aduciendo que sus cuentas son antiguas y era posible que las cuentas son antiguas y que era posible que las tuviera agregadas ya de antes.

«Sin embargo sus manifestaciones contrastan con el rastreo hecho de sus cuentas en las que sí se aprecian tales contactos y además recientes. Por otra parte, resulta absolutamente increíble que desconozca quiénes son tres mujeres porque a lo largo de la causa (la operación Carioca) se reveló que mantenían fuertes lazos de amistad».

«Aunque dice que le resulta imposible conocer a las mujeres que han trabajado en el club Eros, se jacta de conocer a cuantas brasileñas hay en Lugo», apunta el auto.

Dice también la jueza que el imputado, además de comunicar con algunas de las exempleadas del Eros, les preguntó si estaban dispuestas a trabajar en clubes que tenía y en una discoteca. Añade la magistrada que las ofertas de trabajo son una manera sutil de tenerlas controladas».

Entiende la instructora de la Carioca que Marcos Grandío Ascariz podría llegar a ser acusado hasta de seis delitos diferentes, entre ellos el de cohecho por dar dinero a policías.