Pallozas no aptas para vándalos

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

LUGO

Abren a patadas una ventana y se llenó de nieve una de las construcciones prerromana

29 ene 2015 . Actualizado a las 00:10 h.

El uso del tejado de la palloza conocida como de Galán, en O Cebreiro, como pista para trineos, no fue algo exclusivo del pasado fin de semana. La Xunta lo sabe desde hace tiempo y, por el momento, no ha adoptado ninguna medida para evitar que los visitantes que acuden a disfrutar de un día en la nieve se comporten como si de un parque temático se tratara, sin respetar las construcciones prerromanas ni a los habitantes del pueblo.

Lo ocurrido el fin de semana le ha generado también a Patrimonio otro problema. En la palloza entró una lengua de nieve como consecuencia de que alguien, posiblemente de una patada, rompiera la ventana de la misma palloza. Dentro se acumuló una gran cantidad, que cuando se derrita, si no la sacan antes, provocará una inundación. Por suerte, no tiene mobiliario en su interior que pudiera deteriorarse con la humedad.

Las pallozas son uno de los principales atractivos de O Cebreiro, para la bueno y para lo malo. Lo segundo quedó patente durante el pasado fin de semana cuando niños sin control paterno y más de un adulto se subieron al tejado de paja de la palloza de Galán. Las pisadas en la nieve y las huellas de un trineo delataron a los autores de esta tropelía, que ignoraron las advertencias de vecinos del pueblo y de otros visitantes, conscientes de lo que supone este comportamiento, porque no todos los que acuden a O Cebreiro lo hacen con ánimo destructor.

 

 

Peligro de hundimiento

 

Quienes se subieron al tejado durante el fin de semana no eran conscientes de que, con el peso de la nieve y el de las personas podrían haber fallado los cangos. La caída desde una altura de entre tres y cuatro metros, en una palloza cerrada podría haber generado un serio problema.

La presencia de cientos de visitantes durante el fin de semana, arrastrando trineos por la calle principal de O Cebreiro, generó una capa de hielo de varios centímetros de espesor. La sal vertida a primera hora de la mañana mejoró la situación, pero no impidió que desde la iglesias hasta el albergue hubiera una peligrosa pista de patinaje.

Durante el fin de semana los visitantes se tiraron en trineos y plásticos sin saber qué era lo que podía haber debajo de la nieve.

en directo

al día siguiente de un fin de semana de colapso de visitantes