¿Osos en invierno no Courel? No... por el momento

Francisco Albo
francisco albo QUIROGA / LA VOZ

LUGO

El fin de semana pasado vecinos de la zona avistaron huellas en la nieve que resultaron ser de otros animales

28 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Al igual que sucedió en los pasados inviernos, en la sierra de O Courel han vuelto a verse huellas en la nieve que hacen pensar que pueden ser de osos pardos. El pasado fin de semana, vecinos de la zona avistaron varias pisadas en el valle del Lóuzara -en Samos-, cerca del límite del municipio de Folgoso, y las fotografiaron ante la posibilidad de que fuese un rastro de plantígrados. Los expertos de la Fundación Oso Pardo (FOP), tras examinar las imágenes, dicen que las huellas no son de oso, pero no descartan que estos animales también puedan visitar la zona en la temporada invernal y no solo en primavera y verano.

Según la ingeniera de montes María Gómez, técnica de la mencionada fundación, en algunas de estas fotografías se percibe con claridad que hay varias pisadas de cánidos superpuestas. En otras no se distingue bien a qué animal pertenecen las huellas, pero no presentan la silueta característica de las pisadas de oso.

 

 

Dentro de lo posible

 

No obstante, Gómez puntualiza que aunque en la zona no se hayan encontrado hasta ahora rastros claros de la presencia de osos en esta época del año, estas incursiones entran dentro de lo posible, según lo que se ha podido observar en otras partes del norte de la península «No es habitual, pero sí es posible ver osos durante casi todo el año -explica-, sobre todo en los últimos tiempos, con estos inviernos anómalos y a veces poco rigurosos».

Los técnicos de la FOP señalan que algunas familias de osos cantábricas no hibernan o bien pasan por períodos muy cortos de letargia invernal. Esto sucede cuando los animales no han acumulado suficientes reservas de grasa a lo largo del año -sobre todo ejemplares juveniles y hembras lactantes- y cuando se trata de zonas donce hay comida abundante. «Los únicos ejemplares que hibernan siempre son las hembras preñadas, que pueden dormir desde diciembre hasta finales de marzo», indica Gómez. «Si andan con cachorros de un año pueden encamar solo durante unos días o bien permanecer activas todo el año», agrega. La técnica apunta por otra parte que el año pasado se detectaron en los montes cantábricos ejemplares que se mantuvieron activos a lo largo de todo el invierno y que no sería imposible que alguno de estos osos llegue a internarse en algún momento en territorio gallego.

 

 

Huellas engañosas

 

 

Los técnicos de la FOP indican que las personas no expertas en el reconocimiento de huellas pueden confundir con pisadas de osos los rastros que dejan en la nieve otros animales de mucho menor tamaño, como los cánidos o los tejones. Esto puede deberse a la superposición de diversas pisadas, que pueden ser de distintas especies, ya que es habitual que los animales sigan el rastro de otros para moverse con más seguridad sobre la nieve. Por otro lado, las pisadas suelen agrandarse cuando la nieve se reblandece y se funde, por lo que adquieren un tamaño aparente a veces bastante mayor que el real.

Diversos casos de avistamiento de huellas engañosas se han registrado en tiempos recientes en diferentes puntos de la sierra de O Courel. En diciembre del 2013, excursionistas fotografíaron pisadas en lugares como Formigueiros y el Teso das Papoulas que, según indicaron después los expertos, no eran huellas de oso. En la zona se han localizado huellas genuinas de oso, pero en períodos más avanzados del año. Algunas fueron fotografiadas en la primavera del 2010 en pistas entre O Courel y O Cebreiro.