La jueza de la operación Campeón, Estela San José, se marcha a Huelva

LUGO

Carlos Castro

Ocupará plaza en un juzgado de lo penal

24 ene 2015 . Actualizado a las 01:46 h.

La magistrada Estela San José, que puso en marcha las primeras grandes operaciones judiciales desarrolladas en Lugo, deja la ciudad después de diez años al frente del Juzgado de Instrucción número 3. Participó en el último concurso de destinos en la carrera judicial y le correspondió el Juzgado de lo Penal número 3 de Huelva. Pasa geográficamente de un extremo a otro.

La magistrada vallisoletana, nacida en 1973, se va de la ciudad de las murallas sin que se enjuiciase la operación Campeón, una macroinvestigación que se llevó por delante al empresario local Jorge Dorribo. El industrial gozaba, hasta entonces, de un prestigio incuestionable en la ciudad. Había levantado un imperio a base de vender pastillas al borde de su caducidad. Sin embargo la investigación lo acabó dejando sin todos sus lujos al descubrirse que supuestamente cobraba dinero de fondos públicos que luego no invertía. Sus proyectos eran, a veces, humo.

En la Campeón, San José Asensio se topó con una patata caliente que no se esperaba. Jorge Dorribo le contó una mañana de agosto que se había reunido en una gasolinera de Guitiriz con el que era ministro de Fomento, el lucense José Blanco. En ese encuentro el empresario decía haber entregado al alto dirigente socialista un sobre con 200.000 euros para conseguir agilizar algunos de sus proyectos ante el Ministerio de Sanidad.

El caso fue una auténtica bomba y la magistrada acabó por desviar todo el asunto al Tribunal Supremo. Ella no tenía la posibilidad de investigar a Blanco por tener este la condición de aforado. Cuando ya no era ministro, el socialista de Palas de Rei acabó siendo imputado. Sin embargo, el mismo Supremo que lo imputó retiró los cargos al no hallar pruebas de la entrega a la que aludía constantemente Dorribo. Todo apunta a que el empresario optó por poner en marcha el ventilador para conseguir librarse de la cárcel, en la que ya llevaba varios meses. Después de declarar ante la jueza quedó libre. De nuevo, San José lo metió en prisión a finales del pasado año por no hacer caso a las órdenes de comparecencia.

Pero en el currículo lucense de Estela San José hay más historia, porque su paso por el Juzgado de Instrucción número 3 nada tuvo que ver con el primer destino que tuvo en Sahagún. La magistrada destapó una trama que conseguía que personas que tenían algún tipo de influencia o podían llegar a algunos cargos políticos no pagasen multas de tráfico. La investigación se llevó por delante la carrera política del que era subdelegado del Gobierno, Jesús Otero, que fue imputado por varios delitos. Lo mismo sucedió con otra decena de personas entre las que figuraban varios alcaldes y hasta un cargo del obispado.

La jueza, que también se ocupó de los asuntos de violencia de género y que no dudaba en levantar el teléfono para quejarse ante los responsables de algunas televisiones por el tratamiento a las mujeres en algunos programas, puso al descubierto otra presunta trama en el Concello de Castro de Rei, donde imputó al que era alcalde socialista y a tres ediles.

Los involucrados en el caso de las multas fueron absueltos por la Audiencia. Los imputados en la denominada operación Rei ni llegaron a sentarse en el banquillo. En ambos casos el alto tribunal provincial consideró que la jueza cometió la irregularidad de no enviar a reparto las dos causas, que, según los ponentes, derivaban de otras. Por lo tanto las dos acabaron en la papelera después de muchos años de investigación. Los autores de la sentencia incluso criticaron con dureza la actitud de la instructora. Sin embargo, los fiscales del Supremo recurrieron los fallos adoptados y la decisión final se dirimirá en el alto tribunal.