«A mí no me dejaron estudiar por ser gitana, pero para mi hija no quiero eso»

Lucía Rey
lucía rey LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Once de las 23 gitanas de Lugo que acuden al curso del Secretariado, con la técnico de acción social y dos becarias de la USC.
Once de las 23 gitanas de Lugo que acuden al curso del Secretariado, con la técnico de acción social y dos becarias de la USC. alberto lópez< / span>

Varias lucenses calés aprenden a tener autoestima y más autonomía personal

07 dic 2014 . Actualizado a las 10:39 h.

Son Esther, Elisa, Marisol, Carmen, Amparo, Isabel, Rosi, Yeni, Encarna, Claudia y Lorena, y tienen de 16 a 35 años. Viven en Lugo y son gitanas, como destacan con orgullo, pero ninguna completó los estudios. «Yo lo dejé en sexto de Primaria», resalta una veteranas. «Y yo en tercero», comenta otra. «Yo me quité en segundo de la ESO», agrega una veinteañera. Todas menos Claudia, que es la más joven, están casadas, tienen hijos y mayores a su cargo, y ninguna tiene un empleo. Sin embargo, y esa es la novedad, no se resignan y aspiran a mejorar. Por eso, desde hace semanas acuden a la sede lucense del Secretariado Gitano para participar en un proyecto contra la discriminación en el que colabora el Instituto de la Mujer, y que les está ayudando a ganar confianza y autonomía.

Válvula de escape a su rutina

«Nos presentamos, decimos la edad, los hijos... para saber presentarnos y seguir una conversación. Vamos viendo cortos, dibujamos, hacemos test, hicimos el árbol genealógico...», comentan sonrientes. Para ellas, la iniciativa supone una válvula de escape a una rutina que se limita casi siempre a la casa, los hijos, los maridos y los ancianos, o el mercadillo; y que no les deja tiempo para sí. El simple hecho de comprometerse a acudir al curso es un logro. «Son mulleres cun baixo nivel formativo, de cualificación e de autoestima; e cunha alta vulnerabilidade por factores sociais», destaca el coordinador de la fundación en Lugo, Manuel Arroyo. En esas condiciones, acceder al mercado laboral es una meta que se plantea a medio o a largo plazo, puesto que antes deben realizar un importante trabajo para superar obstáculos. La motivación es vital, tanto a nivel personal, como para su futura inserción sociolaboral. La capacitación para sectores específicos llegará más tarde, como apunta Lorena López, técnico de acción social del Secretariado.

Aunque todas coinciden en que la ley gitana seguirá guiando su vida, ahora una sueña con ser camarera, otra con «hacer la ESO»... «A mí no me dejaron estudiar por ser gitana, pero para mi hija no quiero eso», manifiesta una. «Las mujeres podemos y valemos», sentencian.

en directo proyecto contra la discriminación de la mujer en el secretariado gitano