El adiós del peculiar y «gallego» alcalde de Balboa

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LUGO

SUSO VARELA

27 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Dice que son motivos familiares pero tampoco oculta su malestar con la política actual y la necesidad de dejar paso a gente joven. José Manuel Gutiérrez Monteserín, tras casi treinta años en la primera línea de la política, anunció ayer que abandona la alcaldía del municipio berciano de Balboa, vecino del lucense de Cervantes.

La trayectoria de Monteserín está llena de fans y de detractores. Los primeros le reconocen su valentía para poner en el mapa a una pequeña población ganadera, aprovechando primero el tiró de la N-VI y luego de la A-6 para vender las excelencias de la zona: pallozas, castañas, monumentos, naturaleza, nieve a un paso, senderismo y, sobre todo, festivales de música que atraían a turistas provenientes de toda Galicia y, en especial, de municipios lucenses de la montaña.

Sus detractores le echan en cara su forma de hacer política tan personalista y sus cambios políticos, ya que fue alcalde en 1989 con el PSOE tras una moción de censura contra el popular Jesús Cerezales. Abandonó la política en 1999, pero regresó en el 2003, esta vez en las filas del PP. Ahora abandona la alcaldía cuando quedan seis meses para las elecciones. Le sustituirá en el cargo su teniente de alcalde, Pedro Cerezales. Tampoco cierra del todo su regreso a la política, pero lo ve más difícil por la edad. Ahora, además de resolver un problema familiar, señala que se dedicará a organizar eventos musicales y a la cocina.

Se marcha una figura singular, una rara avis en la política, que se hizo famoso a nivel nacional hace unos años con su propuesta de un carril-vaca, que al final no se pudo hacer por falta de financiación, y que usaba el gallego como primer idioma.