La dueña del Méndez, noventa años, y tan fresca

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Sigue en la brecha la cuarta generación del fundador del único hotel que está abierto en España desde hace 150 años

22 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

María de la Luz, a la que todos los lucenses conocen por Mayde Revilla Prósper, cumple el lunes sus primeros 90 años de existencia. Por ello, sus familiares y amigos íntimos acudirán esta tarde a una pequeña fiesta que ha organizado en el Hotel Méndez Núñez, donde ha vivido una gran parte de su vida como esposa de su propietario, Francisco García Bobadilla, y en donde, gracias a su buena memoria, sigue recordando el paso del tiempo a través de este hotel que es el único de España que lleva abierto, sin cerrar nunca sus puertas, desde hace 150 años, y en el que miembros pertenecientes ya a la cuarta generación del fundador, siguen en la brecha trabajando.

No hay duda. El Hotel Méndez Núñez tiene mucha historia entre sus paredes. Aquí, por ejemplo, se celebró la Asamblea Nacionalista, de la que guarda placa recordatoria la fachada principal.

Mayde Prósper (Santiago, 1924) se instaló en el hotel hace 68 años, recién casada, y aquí sigue aunque una gran parte de su familia materna procede de Lugo.

«Es indudable -comenta- que la clientela del hotel cambió mucho de aquellos años a la actualidad. En aquel entonces, era gente pudiente la que venía a alojarse, gentes que eran las que viajaban. Ahora son otro tipo y condición las personas que viajan y se alojan. Desde luego, era otro tipo de turismo el que se hacía».

No hay duda que en 150 años tuvieron que pasar por este hotel personajes ilustres y curiosos. Mayde recuerda algunos, bien por lo que le contó su marido o porque estuviese presente.

«En este hotel se alojó, por ejemplo, José Antonio Primo de Rivera, al que un grupo de guardias de asalto, en 1935, vino a detener entrando con los caballos con los que subieron las escaleras que dan acceso a la entrada del edificio y posteriormente, al comedor. José Antonio Primo de Rivera logró escapar por una puerta trasera y aquí no pasó nada».

Millán Astray sacó una pistola

Mayde guarda en el archivo del hotel, entre otras cosas, diversos menús que se sirvieron en su momento a Manuel Azaña y a otros destacados políticos e intelectuales que por aquí pasaron.

«Otro que se alojó en el hotel -recuerda Mayde Revilla- fue el general Millán Astray. Era el día del plato único y tras comer el primero y solicitar el segundo, el camarero le recordó que era imposible porque así lo mandaban las ordenanzas franquistas para ayudar a la causa. Entonces sacó la pistola y se lo quería cargar allí mismo. Escapó corriendo el camarero. Además el general Millán Astray venía acompañado por dos moros, como guardia personal, que dormían en el suelo a la puerta de su habitación».

En el Lugo de posguerra no había casi pisos para alquilar y los funcionarios que venían destinados a la ciudad, al no encontrar vivienda en alquiler, se quedaban en el hotel al que en algunos casos, llegaban a considerar como su propia casa.

«Hay un caso curioso -explica Mayde Revilla- y es que Juan Morros Sardá entró en el hotel con 26 años para tomar posesión como abogado del Estado y para hacer la mili que tenía pendiente. Se quedó como cliente durante cuarenta años y aquí incluso tuvo su despacho. Es más, tenía placa en la puerta del hotel en la que se anunciaba su bufete. Era un tipo muy simpático y hablaba más que yo».

Tertulias en el Méndez

No hay que pasar por alto tampoco a la hora de hacer memoria con Mayde Prósper del café del Méndez, un lugar que acogió a numerosos intelectuales de la época. «En las tertulias del café -matiza Mayde- había de todo pero si es cierto que muchos intelectuales pasaron por una que tenía gran predicamento. A ello acudieron, a lo largo de aquellos años, Luis Pimentel, Celestino Fernández de la Vega, Carballo Calero, Ramón Piñeiro, Fole, Moller, que era el único que acudía a la tertulia acompañado de su esposa, Manuel María, Novoneyra, López Casanova y un largo etcétera».

Mayde Prósper cumple el lunes 90 años, muy bien llevados, con alegría, salud, cierta sorna, buena memoria y sin faltar a su tertulia diaria con sus amigas en las terrazas de la Praza Maior. Hoy, como quien no quiere ha cosa, hace una fiestecilla para sus familiares y amigos. Larga vida, Mayde.

mayde revilla cumple 90 años la dueña del méndez núñez

«En este hotel entraron caballos de asalto en 1935 para detener a Primo de Rivera»

«Un cliente entró con 26 años y se quedó 40, incluso tuvo despacho de abogado»