La jefa territorial de Sanidade, Patricia Daporta Padín, se puso al frente de la vertiente de salud pública del brote de legionela en la residencia de As Gándaras. Este problema, que afecta a una población tan sensible como el colectivo de personas mayores, se presenta pocos días después de que esta veterinaria accediera al puesto.
-¿Como se gestionó esta situación?
-El día 4 apareció el primer caso aislado de legionela y como tal, activamos el protocolo para valorar posibles focos y para investigar su procedencia. El día 10, cuando se confirma el segundo y se declara el brote, ya teníamos un importante trabajo adelantado porque ya estaba localizado el foco. De esa forma pudimos actuar más rápido y atacarlo antes de que se produjeran más infectados. Desde el principio centramos las sospechas en el agua caliente sanitaria porque la otra posibilidad eran las torres de refrigeración y en esta época del año quedaron descartadas.
-¿Qué medidas se adoptaron desde salud pública?
-Una vez declarado el brote, lo más urgente fue cortarlo. Como ya sabíamos que era del agua de las duchas, la cortamos de forma inmediata. El agente patógeno no se transmite de persona a persona. Lo hace a través del agua, solamente cuando produce aerosoles. Quiero dejar claro que el agua caliente usada sobre los alimentos no es fuente de contagio, como tampoco lo es el contacto entre personas. Tiene un sistema de transmisión muy especial. La fase siguiente fue aplicar los tratamientos de choque sobre el sistema de agua sanitaria. Los protocolos están perfectamente claros en el real decreto de aplicación, que habla de los tiempos de permanencia de los desinfectantes, de las comprobaciones posteriores y de cuándo se puede volver a usar el circuito.
-¿Ya se restableció el servicio?
-Se está trabajando en la desinfección y no tengo comunicación de ello. Después la empresa tendrá que aplicar los controles establecidos y habrá una nueva comprobación dentro de quince días, para constatar que todo está en orden y que la bacteria no se ha reactivado. Está todo escrito. Son trabajos y decisiones tomadas en frío.
-¿Pueden aparecer nuevos casos?
-El período de incubación es de diez días desde que se corta el contacto con el foco, por lo que sí pueden aparecer. Calculamos a partir del lunes día 10, a las tres de la tarde.
-¿La legionela es una enfermedad habitual?
-Los casos aislados son bastante frecuentes. Los brotes no. Hay que tener en cuenta que en salud pública estamos tratando con bacterias y con virus y los cambios climáticos hacen que las realidades vayan cambiando.
-¿Qué mensaje le transmitiría a los pacientes, a sus familias y a los trabajadores?
-En este momento pueden estar tranquilos porque la fuente de contagio dentro de la residencia está ya cortada. Podemos detectar nuevos casos hasta el día 20 de este mes, en que acaba el período de incubación, pero estamos alerta. La residencia está sobre aviso.
-¿Hay riesgo de contagio?
-Salvo esos casos que puedan aparecer, no. Ni el agua en sí, salvo cuando produce aerosoles con las gotas, ni las ropas ni los alimentos son fuente de contagio. No se transmite por el aire por lo que los pacientes tampoco necesitan aislamiento ni habitaciones con presión negativa.