Lugo le rendirá hoy homenaje con un concierto del Orfeón Lucense en la Catedral
31 oct 2014 . Actualizado a las 05:03 h.José Castiñeira Pardo es recordado hoy en el 25 aniversario de su muerte como un distinguido músico y sacerdote que desarrolló a lo largo de su vida una importante labor musical ligada Lugo.
Nació en Aspai (Outeiro de Rei), el 23 de febrero de 1928, y a la temprana edad de 13 años ingresó en el Seminario Diocesano de Lugo, donde realizó los estudios de latín y Humanidades. Posteriormente se trasladó a Roma para comenzar sus estudios musicales en el Pontificio Instituto de Música Sagrada, de la mano de importantes compositores y músicos como Padre Prieto, Eugenio Cardine o Lorenzo Perosi entre otros. Una vez ordenado sacerdote en España en 1953, regresa a Roma donde realiza la Licenciatura en Canto Gregoriano, magistratura en Armonía, Composición y Dirección. Ya en Lugo, en 1961 recibe el cargo de Prefecto de la Música de la Catedral Lucense, además de ser nombrado profesor de música de la Scholla Cantorum, a la cual dota de una sección instrumental e impulsa a sus miembros a desempeñar las acciones litúrgicas de la Catedral.
Importante fue también su labor como fundador y director de la Coral del Círculo de las Artes en 1962, el Coro del Instituto Masculino, La Polifónica y el Orfeón Lucense fundado y dirigido por el gran compositor Juan Montes Capón, a finales del siglo XIX. El actual Orfeón Lucense fue fundado por Castiñeira en 1982, integrado por sesenta voces mixtas, centrándose su repertorio en la polifonía sacra, profana y popular. A su muerte pasa a ser dirigida por el que fue su alumno, Nemesio Gutiérrez. Posteriormente en 1988 fundó la Escolanía José Castiñeira, tutelada por el Orfeón Lucense y compuesta actualmente por cincuenta escolares, dirigida también por Nemesio Gutiérrez.
Castiñeira consideraba importante fomentar la educación musical entre el público y promover la música religiosa gallega. Por ello utilizó el idioma gallego en su abundante producción de música religiosa, incluyéndolo tanto en obras basadas en temas litúrgicos como en melodías populares. Entre sus obras encontramos misas como la Misa festiva, donde utiliza el acompañamiento de la gaita para realzar el colorido sonoro del folclore gallego, villancicos entre los que encontramos Noite Boa o Venid a Belén, además de himnos como el Himno centenario y música profana destacando la obra Morriña. También compuso una gran cantidad de obras para coro, escritas a 4 voces, ejemplo de ellas son Padre Divino, Canto de Ofertorio o Jesús el Señor. En ellas utiliza una armonía simple con repeticiones de motivos melódicos y rítmicos. Entre sus obras para coro y órgano se encuentran Credo a voces graves o Señor danos el agua. En algunas el órgano desempeña un papel de acompañante, mientras que en otras se erige como instrumento solista. Escribió también dos obras para coro y orquesta, Vamos pastorciños y Replicade anxeliños.
Su sobrino, el también sacerdote Luis Varela Castiñeira, nombrado Prefecto de Música este mismo año por el obispo Alfonso Carrasco Rouco, y cuyo antecesor curiosamente fue su tío Castiñeira (puesto vacante desde 1989), dedica unas palabras a su tío: «Fue una personalidad muy importante y querida por mucha gente». «Era una persona muy humilde, trabajadora y con gran corazón que supo llegar con su trabajo a todo el pueblo gallego». Varela lo recuerda con mucho cariño y nostalgia: «Tenía 8 años cuando falleció pero es un recuerdo imborrable. Era uno de mis tíos favoritos». Además de admirar su trabajo, afirma que supo unificar el modernismo junto con la dignidad y la belleza de la música sacra. Castiñeira falleció el 31 de octubre de 1989 y sus restos descansan en la Catedral de Lugo, junto a otros clérigos. Tras su muerte, le rindieron diversos homenajes. Además, una calle lleva su nombre junto al Conservatorio Profesional de Música Xoán Montes, y un busto con su figura dedicado por el pueblo en la Plaza Horta do Seminario.
Hoy se celebrará a las 20.30 horas en la Catedral de Lugo un concierto-homenaje a cargo del Orfeón Lucense, y una proyección audiovisual recogerá su biografía. El 8 de noviembre tendrá lugar a las 13.00 horas en la Catedral, una eucaristía presidida por el obispo de la diócesis, Alfonso Carrasco Rouco. Castiñeira ha dejado un importante legado musical, obras para coro, órgano, orquesta, música religiosa, profana y popular que perdurarán a lo largo de la historia del pueblo gallego.