Movilizados 12 guardias para un juicio porque unas vacas comen pastos ajenos

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

LUGO

El dueño de los animales, denunciado en múltiples ocasiones por hechos similares, no se presentó al juicio

24 oct 2014 . Actualizado a las 05:03 h.

Es casi seguro que nunca unas vacas provocaron la movilización de tantos agentes de la Guardia Civil como las de Eliseo Vidal Monteseirín, un vecino de Cartea (Ribeira de Piquín) que acumula diversidad de denuncias, porque sus reses se meriendan los pastos de los vecinos. Para un juicio que se celebró ayer, sin que el acusado se presentase, el fiscal llamó nada menos que a 12 agentes. Se llenaron los pasillos del Juzgado de lo Penal número 1 de guardias y de vecinos que vinieron a declarar.

Monteserín (al que le constan al menos tres condenas por hechos similares) se enfrenta a una petición de condena de 18 meses de prisión por un delito de hurto. El fiscal considera que ha de impedir que sus vacas no pasten en los prados de los demás.

Dice en este caso el acusador que, desde noviembre de 2009 hasta diciembre de 2010 «se apoderó con el ganado vacuno de su propiedad, de la hierba de existente en las fincas de sus vecinos en el municipio de Ribeira de Piquín, ocasionando con el paso de sus animales por los predios numerosos daños en estos».

El desglose de los hechos es amplio. El 26 de noviembre de 2009, once vacas se comieron el pasto de un vecino que tasó los daños en 388 euros. En agosto de 2010 fueron 13 las reses que volvieron a pastar en terreno ajeno, causando daños por 151 euros.

A otro vecino de Cartea le entraron dos reses el 11 de marzo de 2010; el 19 de diciembre del mismo año se encontró con dos terneros pastando en su padre y en ese mismo mes halló a siete vacas, un toro y dos terneros se comieron la mayor parte de los nabos y coles, tasando los perjuicios en 483 euros.

Según el fiscal, Monteserín llevó seis vacas y dos toros a una finca de Burela. Se comieron la hierba que tenía almacenada el dueño en silos. Los daños fueron evaluados en 270 euros.

El día de Nochebuena de 2010 cinco vacas y dos toros entraron en la misma finca. En este caso rompieron once rollos de silo y se comieron la hierba que contenían. Causaron daños por importe de 300 euros, según la valoración de su propietario.