Medio millón de girasoles para alimentar vacas lecheras en Guntín

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

GUNTÍN

Carlos Castro

La planta aporta al silo, que mezclan con maíz, más proteínas y grasa

14 sep 2014 . Actualizado a las 13:26 h.

Reducir los costes de producción de leche en una explotación de 190 cabezas, 90 de ellas en ordeño, y aprovechar terrenos secos en el monte en los que antes había pinos, son los objetivos que se ha marcado la ganadería Bella S.C, de Zaíde, en Guntín al plantar seis hectáreas de girasol. La producción, más de medio millón de plantas en plena floración y que ofrecen un paisaje espectacular, la recogerán a principios del mes de octubre cuando pierda la hoja. La mezclará con la de las 24 hectáreas en las que crece el maíz.

Las vacas en producción aprecian el silo de maíz y girasol, que forman parte de la ración diaria que reciben y que les aportar más proteína y grasa que si solamente llevara maíz. José Rodríguez López, el titular de la explotación, en la que también trabajan su esposa, sus dos hijos y su madre, dice que los animales comen mejor la mezcla con el girasol, que aporta un textura aceitosa. Está satisfecho con el rendimiento en la producción láctea de este tipo de alimentación. La granja de Guntín produce cada dos días entre 5.000 y 6.000 litros de leche.

Esta es la tercera cosecha de girasoles en la ganadería que regenta Rodríguez López, que el pasado año recogió 30.000 kilos por hectárea sembrada. La de este año, a juzgar por el tamaño de la cabezas de los girasoles será inferior, por la climatología. Según el ganadero, a la producción de girasoles no le sentaron bien la noches frías de agosto y generaron menos pipas que el año anterior.

Los costes de producción del girasol, según el ganadero, son prácticamente los mismos que los del maíz. Su gran ventaja es que se dan en terrenos en los que no podrían sembrar las mazorcas porque son muy secos. De hecho, una de las laderas de los montes que rodean Zaíde está prácticamente cubierta de girasoles, que recogerán a principios del mes próximo, con la misma maquinaria que utilizan para recolectar y ensilar el maíz.

Los girasoles ocupan otras fincas más próximas al núcleo habitado, que en primavera dieron ya dos cortas de hierba para ensilar, que la máquina mezcla con el silo procedente del girasol y del maíz forrajero. «Temos que sacar o máximo rendemento a terra e aproveitar todos os recursos -asegura José Rodríguez- porque ao prezo que pagan o leite non se pode tirar moito de concentrados».