Antes de decidir la ordenación de volúmenes detrás del Virxe dos Ollos Grandes
29 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Primero la excavación arqueológica en área, la puesta en valor de los restos cuya relevancia así lo exija y después la ordenación de volúmenes, es decir, la ubicación y característica de los edificios. Esta es la propuesta que hace el BNG para la unidad de intervención número 7 del casco histórico, es decir, para el amplio terreno sin edificar entre la Muralla, la parte trasera del hospital Virxe dos Ollos Grandes y las traseras de la Rúa Nova.
La Xunta, como ya informó ampliamente La Voz, expone, a efectos de determinar si es preciso efectuar evaluación de impacto ambiental, el plan especial de reforma interior para la citada unidad de intervención.
Tal como se dio a conocer, a la altura del citado hospital se prevé el edificio más alto, de cinco plantas, con el fin de tapar las traseras del Virxe dos Ollos Grandes.
En la propia documentación que está expuesta se señala: «Antes del desarrollo de la unidad deberá hacerse una excavación arqueológica en el área, que permita (si la importancia de los restos arqueológicos lo demanda) una redistribución de los volúmenes. El proyecto arqueológico deberá abarcar como mínimo toda la superficie ocupada por las edificaciones e infraestructuras».
Alegaciones
La portavoz municipal del BNG, Paz Abraira, registró varias alegaciones al documento que expone la Consellería de Medio Ambiente. Cree que esta documentación sigue sin incluir un análisis de los efectos ambientales que tendrían las construcciones que se proponen, ni su efecto real sobre el patrimonio construido, como es la Muralla. Considera que la disposición de los edificios creará una muralla visual próxima al monumento romano que dificultará la visión de la ciudad desde el adarve.
Abraira señala: «O problema non está en tapar as traseiras senón en mellorar claramente o seu estado seguindo un programa de rehabilitacións que poña en valor o impresionante patrimonio arquitectónico da cidade de Lugo». Añade: «Consideramos necesario elaborar un estudo de impacto ambiental detallado e rigoroso onde se teñan en conta aspectos tan relevantes como os achados arqueolóxicos, a conveniencia ou non de construír novas vivendas, a necesidade de rehabilitar todas as edificacións do casco vello, a creación de novos espazos públicos de calidade no casco histórico e incluso a demanda dun novo colexio dentro de murallas; unha vez aclarado todo isto é cando debemos empezar a falar do PERI». Para Abraira «o prioritario é rematar as análises arqueolóxicas e establecer, en funcións dos achados, un novo deseño urbanístico e edificar en función do que alí se atope».