Patrimonio y Urbanismo minan la ilusión de una familia de Castrolázaro
27 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Un matrimonio del núcleo de Castrolázaro, en Portomarín, decidió hace ocho años construir una nueva casa en una finca a pocos metros de la que ocupan actualmente. Dotaron el solar de todos los servicios y cuando estaban a un paso de comenzar las obras tuvieron que parar debido a que una cesión de parte del terreno para hacer una pista le restó edificabilidad al terreno.
La pareja no renunció a la idea de tener un hogar digno y hace cinco años optaron por otra vía, rehabilitar su vivienda habitual. Con lo que no contaban era que un lustro después de haber iniciado los trámites el exceso de burocracia y la falta de entendimiento entre Urbanismo y Patrimonio les impidiera contar con el pertinente permiso para iniciar las obras.
El primer paso fue hacer un proyecto y presentarlo en el Concello. Así lo hicieron y Patrimonio les obligó a modificarlo alegando que el tejado debería de ser uniforme y no estar a dos alturas como figuraba en el proyecto en el que mantenían el espíritu original de la obra, integrada por dos casas que están pegadas. Cumplieron lo que les pedían y Patrimonio aceptó el nuevo documento.
La sorpresa fue que en Urbanismo, después de esperar varios meses, les tiraron el proyecto alegando que al subir el tejado había un exceso de edificabilidad.
Los afectados pidieron entonces que les explicaran la manera en la que podían hacer la obra de manera legal. La respuesta fue que el Concello tenía que hacer un plan de delimitación del núcleo urbano para dar validez al proyecto de la casa. También les prometieron que una vez superado ese trámite en unos tres meses tendrían el permiso.
La administración local acudió con rapidez al auxilio de sus vecinos y elaboró en un tiempo récord al proyecto de delimitación que, en teoría, pondría fin a todas las pegas que ponían a la obra el resto de administraciones.
El expediente hace más de un año que está en manos de las administraciones encargadas de evaluarlo y todavía no han emitido una respuesta. Lo último que les dijeron es que el proyecto estará aprobado dentro de unos tres meses.
«La vivienda está tan mal que no pudimos ni celebrar la fiesta del pueblo en ella, algo que nos haría mucha ilusión y para lo que solo necesitaríamos arreglar el tejado, algo que no nos permiten», manifestó M.A.
Los afectados están muy cansados de la espera, pero no renuncian a tener su casa. «Pedimos algo muy normal, arreglar una casa para vivir dignamente y evitar que el agua entre a chorros», concluyó M.A.
enorme retraso en la concesión de una licencia de rehabilitación