Ante el inminente corte durante siete semanas de la carretera vieja de Santiago
25 jul 2014 . Actualizado a las 07:01 h.En su relación con la Administración, el contribuyente de a pie tiene con frecuencia la sensación de enfrentarse a un muro de incomprensión. Así parece ocurrir en el barrio lucense de A Ponte, en el que, aún no digeridas las complicaciones que les creó la peatonalización del puente romano, se enfrentan a siete semanas con la carretera vieja de Santiago cortada a la altura del edificio Migan. En busca de una vía por la que conseguir un plan de tráfico que mejore el diseñado para los días que dure el citado corte, una vecina de A Ponte presentó ayer un escrito en el juzgado de guardia. A la reunión convocada para el lunes, a las 20.30 horas en el local social del barrio, han confirmado su asistencia representantes de varios partidos, además de la asociación Abre la Muralla.
Una representante vecinal acudió en la mañana de ayer al juzgado de guardia y presentó un escrito, en el que expone cómo se desarrollaron las cosas desde que el Concello decidió restaurar el puente romano, y cómo acabó siendo peatonal a pesar de que el gobierno local se había comprometido a que soportase tráfico de salida de la ciudad. Y también incluye una somera relación de la situación en la que quedará el barrio una vez que se corte la carretera vieja de Santiago, durante siete semanas, para instalar el nuevo colector.
Los vecinos también enfilan la vía política para buscar apoyo para sus pretensiones. Ayer confirmaron que enviarán representantes a la reunión convocada para el lunes en A Ponte por las siguientes organizaciones políticas: PP, Podemos, Compromiso por Galicia, Esquerda Unida, UPyD y Foro Lugo Independiente. Igualmente asistirá la asociación Abre la Muralla.