La jueza De Lara ya prepara una exposición razonada de los hechos para enviarla al Supremo. El alto tribunal decidirá si abre causa al portavoz del PP en el Senado
09 jul 2014 . Actualizado a las 14:24 h.Todo apunta a que el senador lucense y portavoz del Partido Popular en la Cámara alta, José Manuel Barreiro, será sometido a un proceso de investigación por el Tribunal Supremo para determinar si pudo haber recibido 5.000 euros del gerente en Galicia de Vendex, José María Tutor. Los agentes de Vigilancia Aduanera que trabajan en la operación Pokémon plantearon a la jueza Pilar De Lara que lo imputase tras grabar las conversaciones telefónicas entre Barreiro y Tutor y seguir sus encuentros en Lugo. Por tratarse de una persona aforada, tiene que ser el Supremo quien lo investigue, tras autorizarlo el mismo tribunal a través del procedimiento conocido como suplicatorio.
Pero antes de enviarlo al Supremo, la jueza pidió a la Fiscalía que manifestase su opinión, porque la decisión del fiscal es necesaria para estos casos aunque su opinión no sea vinculante. Ayer se conoció que el fiscal se pronunció a favor de investigar al senador lucense en el Tribunal Supremo, por lo que la jueza emitió una providencia pidiendo al fiscal que le pase las actuaciones para redactar la exposición razonada de los hechos que posteriormente enviará al Tribunal Supremo. Lo único que podría salvar a José Manuel Barreiro de ser procesado es que el Supremo diga que no hay motivo para ello, pero parece difícil que ocurra así cuando el propio fiscal se ha pronunciado ya a favor. Este era el momento más oportuno para oponerse, teniendo en cuenta la dependencia jerárquica que tienen los fiscales del fiscal general del Estado.
Ahora habrá que esperar que la jueza De Lara envíe una exposición razonada de los hechos que le sirvió con pruebas el Servicio de Vigilancia Aduanera, para que el Supremo lo estudie y decida si lo imputa. Habida cuenta de las fechas veraniegas y de la lentitud de estos asuntos en el alto tribunal, todo apunta a que la decisión pueda demorarse a más allá del mes de agosto.
La ruta del bacalao
Los hechos que llevaron a los agentes de vigilancia a pedir a la jueza la imputación de Barreiro son los mismos que se les atribuirían a otros quince políticos de todos los partidos en Galicia: recibir supuestamente sobres con dinero de Vendex durante la campaña de las pasadas elecciones municipales, en mayo del 2011. Tutor denominaba jocosamente a esta práctica en alguna de sus conversaciones telefónicas «la ruta del bacalao», porque tenía que recorrer todas las ciudades gallegas para llevar los sobres a cada responsable de partido.
En el caso concreto de José Manuel Barreiro, las grabaciones aportan las comunicaciones telefónicas entre ambos, e incluso sus localizaciones geográficas el día 20 de mayo del 2011, la víspera de la jornada de reflexión de las elecciones municipales. Las llamadas les sirvieron a los investigadores para conocer que se habían citado para un encuentro en Lugo, en las cercanías de la sede del partido y de la casa de Barreiro. Los agentes seguían de cerca los pasos de Tutor en su ruta por Galicia, e incluso vigilaron y fotografiaron el lugar donde aparcó su Porsche Cayenne en Lugo y cómo su hombre de confianza en la ciudad amurallada, Javier Reguera, le fue a recoger tras el encuentro.
La prueba que manejan los investigadores para sostener su acusación de la supuesta entrega de los 5.000 euros a Barreiro fueron los papeles de color rosa intervenidos más tarde en el registro de la sede de Vendex en A Coruña. Esos papeles son los que pusieron en la diana de los agentes y de la jueza tanto a Barreiro como al alcalde de Ferrol y a otra docena de políticos.
«Despropósito»
Barreiro negó siempre que hubiese recibido ningún dinero de Tutor. Reconoció haber estado con él ese día, e incluso otra vez en el aeropuerto de A Coruña, pero dijo que el motivo era que Tutor quería pedirle que el PP rebajara sus críticas al servicio de la ORA en Lugo, y no ofrecerle dinero. Tras conocer el informe de Vigilancia Aduanera, el senador popular calificó de «despropósito» el contenido del mismo e insistió en que es «rotundamente falso».