El BNG acusa al PP y a parte del PSOE de no querer limpiar de franquistas el callejero

Enrique Gómez Souto
enrique g. souto LUGO / LA VOZ

LUGO

ALBERTO LÓPEZ

La concejala de Cultura, Carmen Basadre, dice que la decisión se tomará en una sesión plenaria antes de final de año

01 jul 2014 . Actualizado a las 07:05 h.

La retirada de los nombres franquistas que aún quedan en el callejero de Lugo no es asunto fácil de decidir en el Ayuntamiento. Ayer quedó de nuevo en evidencia en la sesión plenaria celebrada por la corporación municipal. Fueron aprobados por unanimidad y sin el más mínimo problema las denominaciones dadas a calles de O Ceao, del polígono de As Gándaras, algunas de San Fiz y en la urbanización de detrás del antiguo cuartel de Garabolos. Como estaba previsto, y a la espera de informes del secretario, no se abordó la retirada de nombres como Ramón Montenegro, Carlos Azcárraga, General Tella, etcétera. Y por este motivo se abrió un vivo debate, al que el bloque echó abundante pimienta dialéctica.

La concejala de Cultura, Carmen Basadre, explicó cuál fue el acuerdo en comisión (no incluir en el orden del día la cuestión de los nombres franquistas a la espera de los informes), aunque dejó claro que a ella personalmente no le costaba nada defender la supresión de tales denominaciones. La portavoz del BNG, Paz Abraira, se lanzó a fondo en este asunto y con vehemencia. «É unha decisión política, independente dos informes técnicos», destacó. Se trata de «eliminar do rueiros os vestixios do levantamento militar e da ditadura». Cree que el PP con el apoyo tácito de algunos miembros del PSOE evita que esta cuestión llegue a debate al pleno.

El popular Jaime Castiñeira recordó a la nacionalista que ella formó parte del gobierno local y que pudo hacer lo que ahora reclama. La socialista Carmen Basadre zanjó el asunto indicando que espera incluir esta cuestión en el orden del día de una sesión plenaria antes de fin de año. Abraira (BNG) apostilló una intervención de Castiñeira cuando este estaba en el uso de la palabra, lo que le valió un apercibimiento del alcalde.