La capital chairega ha acogido la segunda carrera
29 jun 2014 . Actualizado a las 00:21 h.El orgullo calvo va camino de tener en Vilalba un día de celebración. Una carrera, reservada para los que tienen poco pelo, es la manifestación más evidente de esa jornada. Unos se esfuerzan más que otros y unos tienen más rapidez que otros, como ha quedado de manifiesto en la prueba celebrada esta tarde, pero el buen himor y la cordialidad son notas más destacadas que los minutos empleados en cubrir la distancia del recorrido. El primero ha sido el lucense Roberto Vale; el segundo, el lucense José María Pérez, y el tercero, el vilalbés Euniciano Lopes. Nada de medallas ni de copas para recompensar su velocidad: al primero se le entregaron dos melones; al segundo, una docena de huevos, y al tercero, una bombilla.
Y tras la carrera llegó una comprobación de que el tercer tiempo, ese momento en que los deportistas se relajan tomando algo, no es exclusivo del rugby: a buena parte de los participantes se les vio en bares próximos a la Praza da Constitución, lugar de la salida y de la meta de la carrera, viendo cómo Brasil y Chile abrían los octavos de final del Mundial de fútbol.