Más que el Camino en Arzúa

Natalia Rodríguez Noguerol
natalia noguerol ARZÚA / LA VOZ

LUGO

NOGUEROL

Escolares de Lugo recibieron una clase de estudiantes del IES arzuano

06 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Los 6 kilómetros entre Boente y Ribadiso son mucho más que un tramo del Camino Francés en Arzúa. Son un aula abierta en la que ayer un grupo de 45 escolares del C.P.R. Cervantes de Lugo cargaron de conocimientos sus improvisadas mochilas de peregrino. De todo, y mucho, aprendieron los pequeños -de 9 y 10 años- con alumnos del ciclo formativo de Técnico Superior en Gestión Forestal y del Medio Natural del IES arzuano, que ejercieron de monitores ambientales en un recorrido muy didáctico de casi cuatro horas.

El ciclo del agua, que es la temática con la que el colegio lucense participa en Voz Natura -el programa ambiental de la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre que patrocinan la Consellería de Medio Ambiente, la Diputación de A Coruña, El Corte Inglés y las Fundaciones Ramón Areces y Alcoa-, fue el pilar de la actividad, con la que los escolares pudieron entender la importancia del recurso hídrico en los ecosistemas. A pie de ruta, observaron una masa protegida de carballos, que sirven «para dar sombra» y su fruto, la bellota, «de alimento para el ganado», repasaban con sus monitores los pequeños.

Organizados en grupos, recogieron para un herbolario muestras de plantas que, como el helecho, utilizaban los peregrinos como remedios. «Ata das coles sacaban aproveitamento medicinal», enseñaba una de las guías. Igual de provechosa fue la visita de los alumnos del Cervantes a Arzúa, donde supieron de la mano de los estudiantes de formación profesional que los parques eólicos generan energía limpia, pero alteran el vuelo de las aves. La clase al aire libre, que los alumnos del instituto arzuano llevaban muy preparada después de meses de trabajo, también incluyó lecciones de etnografía, y de arquitectura y cultura populares. Se hizo amena con anécdotas, como el origen de las flechas amarillas del Camino -iniciativa de un cura de O Cebreiro- y con leyendas como las que explican los adornos que coronan los hórreos para proteger de las hadas los cultivos. Y entre cuento y cuento, «buen Camino», que es el saludo, que también aprendieron, del peregrino.

la ruta francesa como aula multidisciplinar