Cruz Roja ayuda a parados a cuidar la imagen para optar a empleos
23 feb 2014 . Actualizado a las 06:52 h.Cuando el paro se prolonga en el tiempo, el aspecto físico de quienes lo sufren suele empeorar. Hay hombres que dejan de afeitarse, o que solo visten chándal y deportivas, mujeres que ya no se peinan..., y ese deterioro influye negativamente cuando van a una entrevista de trabajo. Consciente de eso, el equipo del programa de empleo de la oficina provincial de Cruz Roja en Lugo ha empezado a ayudar a personas desempleadas a que cuiden su imagen para que sus posibilidades de éxito aumenten al optar a un empleo. «Aunque estés en paro, tú levántate por la mañana y arréglate como si fueras a trabajar», destaca la responsable del proyecto, María José López, que subraya que «el trabajo es la base de todo, de que quieras salir, de que tengas autonomía, de que estés motivado». Pilar Coego, del programa de jóvenes, precisa que el estrés, la desmotivación y la falta de objetivos han atrapado a cantidad de treintañeros lucenses que plantaron los estudios en la época en que la construcción «tiraba». «Traballaron anos, fixeron moitos cartos, pero agora non teñen nada. E para buscar un traballo agora non é o mesmo ser un experto encofrador que un peón que non ten a ESO», concluye.
Más españoles
El perfil de quienes recurren a Cruz Roja para buscar trabajo está dando un giro. En el último año la cifra de españoles se ha disparado, de forma que de los primeros 30 entrevistados en el 2014, 29 eran nacionales y solo 1 inmigrante. «Ahora, por ejemplo, casi no está viniendo gente de Marruecos, que antes venía mucho», apuntan. De las 60 personas atendidas en el 2013 en el servicio de mediación sociolaboral, 38 eran españolas; en el de jóvenes, unas 35 de 50; y en el de presos y mujeres víctimas de violencia, solo 1 de 50.
Mucha más precariedad
López comenta que de enero a marzo el mercado laboral «apenas se mueve», y confía en que para Carnaval, Semana Santa y el verano haya más ofertas. «El empleo ha perdido tanta calidad que hay veterinarios trabajando de peones ordeñando vacas. El empresario compara currículos y, claro, elige al de mayor formación. La gente está tan necesitada de trabajo que pilla cualquier cosa, sobre todo si tiene niños pequeños. Vienen familias enteras desesperadas, con todos los miembros en paro, sin ingresos o cobrando 426 euros», resalta. Y expone uno de los muchos casos de precariedad: trabajar más de 10 horas al día, y después pasar la noche cuidando a domicilio a una persona, y el fin de semana a otra. Y sin contrato.
crónica la situación en el programa de empleo de la organización en lugo