Los dos tramos restantes de la transcantábrica serán inaugurados con un acto en A Xesta
30 ene 2014 . Actualizado a las 20:19 h.La A-8 estará totalmente abierta al tráfico en Lugo el lunes. Los dos tramos pendientes (Mondoñedo-Lindín y Lindín-Carreira) serán inaugurados en un acto que se celebrará en A Xesta, en donde acaba el segundo de ellos.
La apertura de esos dos tramos supone una ampliación de 16 kilómetros más de autovía en la provincia, pero las consecuencias serán mucho mayores: significará, por ejemplo, que el viaje de A Coruña y Ferrol a Avilés, Gijón u Oviedo podrá realizarse íntegramente por vías de alta capacidad. Mientras tanto, en los municipios de Mondoñedo, Riotorto, A Pastoriza y A Pontenova, cuyos alcaldes hacen frente común, se oyen críticas por el mal estado de la LU-124, que va de Mondoñedo a Vilameá (A Pontenova) y que permitirá acceder a la autovía del Cantábrico por el enlace situado en el barrio mindoniense de Curros.
Complicaciones
Los dos tramos aún pendientes han tenido, sobre todo entre Mondoñedo-Lindín, complicaciones que han generado cambios. En la ladera del monte Padornelo, en Mondoñedo, las bolsas de agua, derivadas de una situación que Fomento definió como inestabilidad geológica, obligaron a modificar el proyecto, con el consiguiente retraso en la ejecución. En el alto del Fiouco, en el límite de Mondoñedo con A Pastoriza, se construyó bajo la A-8 un túnel, ya abierto al tráfico, porque la autovía afectó al trazado de una carretera que enlaza ambos ayuntamientos.
La conclusión de la A-8 evitará que el viaje entre Arroxo, en el límite de Lourenzá y Mondoñedo, y A Xesta se haga por la N-634, que ha tenido mejoras en los últimos años pero que soporta también notables deficiencias.