El castro das Aigas está ubicado en la parroquia de Rao, en el lugar del mismo nombre. Ocupaba la colina por donde pasa la pista que baja a la aldea de Aigas, sobre el riachuelo de Riamonte. Moure destaca que se trata de una zona privilegiada porque se divisaba parte del hermoso valle del río Rao, y que quedó muy afectado por el incendio de finales de agosto.
Moure data el castro en la Edad de Hierro y señala que hubo asentamientos en la época romana De forma casi circular, tiene unas medidas aproximadas de unos 220 metros de diámetro.
El castro, que estaba en un estado de conservación bastante regular, destacaba por presentar unas defensas naturales en todo su perímetro, excepto por la parte este, lugar por donde se accedía al recinto. La maleza que había en la zona antes del incendio y de la acción del cortafuegos, impedía ver si el acceso, conocido como Chao do Castro, tenía algún tipo de defensa, «aínda que si se aprecia parte dun foxo», explica Moure en la web patrimoniogalego.net, auténtica guía sobre el estado de conservación de nuestro patrimonio.
Por el noroeste se conservaban restos de una muralla de lousa de un metro de ancho que más que como defensa -apunta el historiador- debía actuar para proteger a sus habitantes de las inclemencias del tiempo, ya que el desnivel del terreno no hacía necesaria la citada muralla.
Xabier Moure destaca que se encontraron molinos de mano y sobre la croa había colmenas para la extracción de miel. El investigador señala: «Segundo me contou a propietaria dunha leira próxima ao castro, nos anos corenta ou cincoenta do pasado século XX, mentres traballaban a terra para sementar patacas, atoparon un forno circular e restos de carbón».
Fue ocupado en época romana y contaba con defensas naturales