Cinco detenidos por explotar sexualmente a mujeres en Lugo y no darles de comer

LUGO

Las víctimas, captadas en Brasil, recibían palizas para que tuvieran sexo con los clientes

20 abr 2013 . Actualizado a las 04:34 h.

Una nueva red de explotación sexual de mujeres fue desmantelada en Lugo. Esta vez agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron a cinco personas, entre ellas la pareja que regentaba el club de alterne intervenido. Las primeras investigaciones revelan que en el club Tara, de la recta de A Veiga (Guntín), no solo obligaban a mujeres brasileñas a prostituirse, sino que además no les daban de comer. Algunas pasaron varios días sin alimentos, a pesar de que les cobraban una tasa por manutención en el establecimiento.

Además de la pareja que se ocupaba del Tara, también fue detenida la mujer que hacía las funciones de encargada del establecimiento. En la lista figuran otras dos mujeres. La relación de delitos que les atribuyen va desde la trata de seres humanos a la prostitución pasando por el robo con fuerza, la omisión del deber de socorro y el allanamiento de morada.

La situación en el establecimiento, según algunas versiones, era muy complicada para algunas mujeres, hasta el extremo de que una de ellas decidió presentarse en la brigada de Extranjería y denunciar lo que estaba sucediendo. Según las denuncias, la pareja que regentaba el local captaba a mujeres brasileñas que venían a Lugo engañadas. Les ofrecían un trabajo digno, pero al final eran explotadas sexualmente en el club.

Las mujeres afectadas no solo debían acostarse con los clientes, sino que tenían que pagar una comisión por cada pase, por el alojamiento y por la manutención, así como una sustanciosa cantidad por el billete desde sus países de origen. Otras tarifas que les imponían eran por salir del club con algún cliente.

Insultos, palizas y amenazas

La policía señala que las mujeres eran sometidas a todo tipo de insultos, palizas y amenazas. Con este clima de terror no tenían más remedio que prostituirse. En el club Tara parece que todo estaba perfectamente atado. Cuando los jefes no estaban, la que se ocupaba de mantener las terroríficas normas era la madame.

Alguna de las perjudicadas resultó lesionada como consecuencia de las palizas que le dieron. Necesitó ser asistida en un centro asistencial. Sobre la situación de los detenidos decidirá la jueza Pilar de Lara, que también se ocupa de la operación Carioca.

Las multaban si salían del burdel sin permiso

En el club Tara, según la policía, no había benevolencia con algunas de las trabajadoras. Las que se atrevían a salir del establecimiento sin el consentimiento previo de la pareja que dominaba el local se exponían a ser objeto de una paliza y, como mínimo, tenían que abonar una sanción que, según algunas fuentes, podía llegar a los cien euros.

El club Tara ya fue noticia hace un año, aproximadamente, cuando se registró un incendio en una de las habitaciones y fue necesario realizar una evacuación del club. Asimismo fue denunciado un robo de unos 2.000 euros de las máquinas.