La huelga de recogida de basura de Vilalba entró ayer en la cuarta semana sin que se hubiese registrado ningún avance en el conflicto que enfrenta a la empresa Urbaser, concesionaria del servicio, y a los trabajadores. Solo la aplicación de los servicios mínimos, ampliados a finales de la semana pasada por decisión del Concello, garantizaba recogida anoche en diversos puntos.
Con una basura que supera, en una huelga iniciada el 18 de marzo por desavenencias ante el nuevo convenio, las 200 toneladas de residuos, tampoco se ha producido acercamiento o variación de las posturas. El alcalde, Gerardo Criado, dijo a primeras horas de la tarde de ayer que no había recibido ningún otro informe sobre problemas sanitarios, e instó a las partes a buscar una solución. El PSOE pidió el sábado un papel más activo del Concello para resolver la situación.