Diversión mezclada con aprendizaje en el Museo Provincial

Manuel Herrera LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Los niños disfrutan de unos talleres en los que destaca el contenido humano

15 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Aprender jugando es un eslogan que puede parecer excesivamente manido. Por ello, en ocasiones, pierde su sentido cuando se refiere a los obradoiros típicos en los que se suelen enrolar, en los meses de verano, los más pequeños. No obstante, la frase cobra todo su sentido y se hace palpable en los talleres que organiza la Rede Museística Provincial de Lugo, que ofrece un servicio cultural, humano y educativo en unos entornos muy propicios para que los niños puedan divertirse a la par que acceden a un mundo desconocido para ellos. Todo ello en las entrañas de un edificio histórico y entre obras de arte.

Como muestra del valor de esta actividad en todos sus ámbitos basta con captar una de las imágenes que se pueden ver a diario en las distintas actividades que realizan los niños en el Museo Provincial de Lugo. En una de las mesas en las que los pequeños realizan manualidades se podía observar a un chico de once años que reía junto a una pequeña de cuatro mientras le ayudaba a confeccionar su pieza. Diversión, aprendizaje y colaboración entre jóvenes de edades dispares.

«Para todos y entre todos»

Estos valores son los que se defienden desde la organización de estas actividades, como explica la gerente del museo, Encarna Lago, que, como todos funcionarios de la institución, se halla muy implicada en los talleres. «Queremos que los niños aprendan y se diviertan juntos, que colaboren unos con otros, que se apoyen, que formen una red en la que también estamos incluidos nosotros, como trabajadores del Museo, un museo que pretendemos que sea para todos y entre todos», explicaba la responsable del recinto.

De 4 a 16 años

Del mismo modo, Lago destaca la peculiaridad de este taller, que mezcla niños de edades comprendidas entre los 4 y los 16 años. «No es un campamento típico. Aquí los mayores guían y actúan como monitores de los más pequeños, aunque procuramos que todos cambien de rol en las diferentes actividades», comentaba. Y añadía: «Todos ellos se implican en lo que aquí sucede: van a la biblioteca, siguen las visitas guiadas y, en general, conocen todo lo que hacemos».

A su vez, Lago apuntaba que los jóvenes adquieren conocimientos «sobre nuevas tecnologías, arte moderno y tradicional o etnografía y arqueología», a la par que quiso destacar la labor de los empleados del Museo. «Estamos colaborando para que sea un museo vivo y activo y somos nosotros quienes estamos realizando el taller, incluso con algunos niños de educación especial», resaltaba la gerente, que, del mismo modo no quiso pasar por alto que estas actividades se realizan de igual modo en los otros tres recintos de la Rede Provincial Museística.

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