Ángel Camino declaró a cargos de su partido personas no gratas en O Incio cuando recortaron servicios sanitarios
14 abr 2012 . Actualizado a las 07:00 h.«Con vostede non se pode falar», le espetó Manuel Fraga a Ángel Camino Copa hace bastantes años, tras llamarlo para ponerlo firme porque le estaba «levantando a provincia» por un conflicto relacionado con los centros educativos. Dicho lo anterior, el desaparecido presidente colgó el teléfono sin respuesta, miramientos ni despedida. Al día siguiente el alcalde de O Incio volvió a recibir otra llamada de Fraga, que le pidió si podía acudir a Santiago para mantener una entrevista. Por supuesto, la respuesta fue afirmativa y estuvieron reunidos durante 50 minutos, que no fueron suficientes para que el jefe de la Xunta convenciese al del Concello. «Cando nos despedímos díxome, ?celebro non habelo convencido, porque eu son fillo de alcalde e sei que defenden o que lles parece mellor para o seu pobo?». Ángel Camino, que siempre se había declarado admirador de Fraga, reafirmó su vínculo emocional y lo elevó a la categoría de veneración.
Con la edad todo se va haciendo relativo y ahora incluso está arrepentido de encabezar alguna iniciativa que en la práctica no surtió efecto. Pero en aquellos años álgidos también tuvo los arrestos de declarar personas no gratas a un conselleiro de Sanidade de su partido y al delegado provincial, por la supresión de servicios y el traslado a la cabecera comarcal. Está convencido de que el tiempo le dio la razón y de que de aquellos polvos llegaron los lodos de la despoblación. Camino opina que determinados servicios deberían regresar a los municipios pequeños, tanto porque siguen siendo muy necesarios, como los médicos y los cuarteles, como porque serían casi la única posibilidad de cortar la tendencia a la despoblación.
Que el pueblo decida
Fue alcalde durante 24 años hasta las últimas elecciones municipales, tras pasar otros cuatro ejerciendo la oposición. No es partidario de la limitación de mandatos por que, argumenta, «mentras teñas o apoio maioritario hai que supoñer que o estás facendo ben e a xente considera que te necesita». Pero también admite que cuando el vecindario decide que lo deben dejar, hay que acatarlo con normalidad, por eso él decidió renunciar a tomar posesión como concejal, al margen de su criterio sobre los métodos utilizados por los adversarios en la campaña.
«Eu, que traballei no sector privado desde moi novo, cheguei a ter o concello como se fose o responsable dunha empresa, e creo que os alcaldes tiñan que considerarse xerentes dos seus concellos e rendir contas como na empresa privada; esa é a miña forma de velo». Se declara municipalista convencido, a priori no partidario de las fusiones de concellos aunque sí de mancomunar servicios. «¿Coas fusións deixarán os veciños de beber auga e non necesitarán ter luz pública pola noite?», pregunta antes de asegurar que la mayoría de los municipios pequeños no pueden tener en exclusiva un camión para la recogida de la basura ni ofrecer en solitario otros servicios. Manifiesta ciertas dudas sobre la efectividad de compartir la plaza de secretaría, que es la nómina administrativa más cuantiosa. En este caso Camino Copa matiza que son funcionarios que trabajan en solitario e incluso hacen trabajos de auxiliar administrativo, y si tienen un ámbito comarcal o supramunicipal necesitan personal auxiliar, con lo que el ahorro ya no es grande.
Con 21 años Ángel Camino comenzó a trabajar en la fábrica Seat de Barcelona, ciudad en la que se incorporó a Reforma Democrática. En 1977 Manuel Fraga acudió a la ciudad Condal al acto de integración de su agrupación inicial en Alianza Popular, y en ese grupo estaba él. Poco tiempo después, por motivos familiares dejó el trabajo y regresó a O Incio. Supone que el propio partido en Barcelona informó al de Lugo del regreso de un militante, y un día Francisco Cacharro le propuso encabezar la lista al Concello.
Le tocó gobernar en una etapa crucial. Cuando llegó lo primordial era la reelectrificación de las parroquias y hacerles accesos y comunicarlas con pistas y caminos pavimentados, que ahora suman 92 kilómetros. También fue la época de los alumbrados, traídas, el PXOM, la residencia y una guardería.