Estudian en O Courel el clima en que vivieron los osos prehistóricos

Francisco Albo
francisco albo QUIROGA / LA VOZ

LUGO

OSCAR CELA

Los científicos analizan a la vez el ADN de los antiguos plantígrados

10 mar 2012 . Actualizado a las 15:15 h.

La cueva de Arcoia, en la sierra de O Courel, ha proporcionado materiales para dos líneas de investigación que está desarrollando simultáneamente el instituto geológico Isidro Parga Pondal, cuyo objetivo es ayudar a reconstruir la historia del clima y de la fauna de la montaña lucense en la última glaciación. Los responsables de la institución científica, dependiente de la Universidade de A Coruña, esperan que antes del verano puedan estar disponibles los resultados de estos estudios, que se realizan de forma separada.

Por una parte, especialistas de la universidad norteamericana de Georgia iniciarán en los próximos días el análisis de unas muestras de estalagmitas recogidas en la referida gruta por los investigadores del instituto coruñés. De estas viejas formaciones calizas se pretende obtener datos sobre el clima de la sierra durante el Pleistoceno que podrían remontarse a hace 80.000 o incluso 100.000 años.

Secuenciación genética

Al mismo tiempo, la investigadora Gloria González Fuertes está tratando de secuenciar en un laboratorio de la universidad británica de York el ADN de varios fósiles de oso cavernario y oso pardo que fueron encontrados en esta misma cueva. Los científicos desconocen la edad exacta de estos restos, pero se sabe con certeza que superan los 40.000 años, ya que este es el límite cronológico de las dataciones que han podido realizarse con la técnica del carbono 14. Si los huesos estuviesen cubiertos por una costra caliza -como ocurre con otros fósiles hallados en las cuevas cársticas-, se podría obtener una datación más segura, pero estos restos quedaron simplemente depositados en la superficie del suelo de la caverna. En cualquier caso, todo indica que estos osos vivieron en el mismo período climático que se está intentando reconstruir mediante el análisis de las estalagmitas.

En caso de que los dos proyectos de investigación arrojen el resultado esperado, se podrían obtener a la vez importantes datos sobre las características genéticas de las poblaciones prehistóricas de osos y sobre las condiciones climáticas y ambientales en las que se desarrolló la vida de estos animales.