La presidenta de la Liga Santaballesa en La Habana está por primera vez en Galicia, que siente como su tierra
09 ago 2007 . Actualizado a las 02:00 h.vilalba | «Pensé que iba a tener más frío». Cambiar el Caribe por Terra Chá supone un claro contraste, sobre todo en un verano que juega, al menos en Galicia, a mezclar a su antojo los días de calor y los de fresco; sin embargo, Juana Pérez Pérez, llegada esta semana a Vilalba desde Cuba, se mueve en medio de un calor humano que minimiza la influencia de nubes y borrascas.? La recién llegada a la capital de Terra Chá es un caso más de descendientes de gallegos emigrados a Cuba, pero con rasgos especiales. Preside la Liga Santaballesa en La Habana, fundada hace un siglo por emigrantes chairegos en Cuba.
Su padre era de Coles (Ourense); su madre, cubana, hija de un gallego de Sober y de una cubana. Con esas raíces, pues, llegar a Galicia y sentirse en un lugar que no resulta ajeno es todo uno. ¿Se nota integrada? La respuesta es clara: «Claro que sí. Soy una galleguita. Estoy en la tierra de mis ancestros. Me siento gallega, ¿cómo no?».
Larga relación
Pérez, de 74 años, lleva más de 50 año como socia de la mencionada liga y más de 30 en la directiva. Que presida la liga una persona descendiente de gallegos ajenos a Terra Chá se explica -como aclara el profesor Xosé Antón Pombo, autor de un libro sobre la historia de la entidad- porque se abrió a personas de otras zonas al convertirse en una sociedad de socorros mutuos, aunque nunca estuvo dirigida solo a nativos de Terra Chá.
La sociedad tiene actualmente 80 socios, de los que 15 aún nacieron en Galicia; ofrece ayuda a sus miembros en caso de enfermedad, posee nichos en el cementerio de La Habana y organiza alguna actividad recreativa.
Sin olvidar esas tareas, lo que parece claro es que sus miembros conservan un vínculo con Galicia tan simbólico como sólido: «Aprendí el himno gallego con nueve años y no se me ha olvidado», dice Pérez.