Xermolos custodia en Guitiriz un amplio legado de Díaz Castro

La Voz X.?M.?P. | VILALBA

LUGO

El autor de «Nimbos» escribió un poemario en castellano en los años 40 del siglo pasado INTERESANTES CURIOSIDADES La Casa das Palabras alberga diplomas y diversos objetos personales del escritor

03 feb 2007 . Actualizado a las 06:00 h.

Xosé María Díaz Castro (1914-1990) pasó a la historia de la literatura gallega por un solo libro, Nimbos . El poemario, aparecido hace más de 40 años, consiguió de escritores y críticos una alta valoración que el paso del tiempo no ha reducido. Uno de los objetivos culturales del Concello de Guitiriz es la preparación de una edición especial de una obra que bien puede considerarse emblemática en la poesía gallega contemporánea, sin olvidar que se espera una reedición del libro, que en su día vio la luz en la Editorial Galaxia. Sin embargo, una publicación como la mencionada no es la única muestra de producción literaria que dejó Díaz Castro. Poemas de juventud y hasta un libro escrito poco después de la Guerra Civil forman un amplio corpus inédito que la asociación guitiricense Xermolos, con la que el poeta mantuvo una estrecha relación en los últimos años de su vida, guarda en la Casa das Palabras como un material valioso. Alfonso Blanco, que coordina ese colectivo y que tuvo durante años una honda relación personal con el autor de Nimbos , explica que el material permanece inédito porque así lo decidió el poeta: tan satisfecho quedó del resultado de Nimbos que no otorgó, recuerda Blanco, la misma consideración al resto de su obra. Idea de traducción Poemas escritos en gallego y en castellano en los años treinta del siglo pasado -en los que estudió en el Seminario de Santa Catalina de Mondoñedo, aunque no llegó a ordenarse- y el libro Sombras radiantes -escrito en castellano y datado en la década de los 40 del siglo pasado, en un tiempo en el que ejerció de profesor en un colegio de Vilagarcía de Arousa- forman un conjunto que pese a todo no cayó en el olvido de quien lo había escrito ni ha permanecido oculto como un tesoro ignorado: por un lado, Blanco afirma que Díaz Castro llegó a pensar en la idea de que se tradujesen al gallego; por otro, destaca que poetas como Manuel María, Darío Xohán Cabana y Luís González Tosar y críticos como Armando Requeixo conocieron ese material poético. Blanco subraya que entre las joyas de ese material figuran dos cuadernos, Follas verdes y Follas ao aire , escritos en su etapa mindoniense. Algunos de esos textos aparecieron en la revista de Xermolos y en Amencer , publicación escolar nacida en el Seminario de Mondoñedo en los años 80 del siglo pasado; y suponen en cierto modo, opina Blanco, un anticipo de la madurez literaria que se reflejaría en Nimbos varias décadas después. Además, como muestra de que la huella de Díaz Castro en su municipio natal no es solo literaria sino también vital, la Casa das Palabras alberga distinciones como un diploma logrado en unos juegos florales celebrados en Betanzos hace 60 años o carnés de su época de traductor en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).