Una novela para correr la milla por debajo de 4 minutos

Xesús Fraga
xesús fraga REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

La historia de un atleta a través de una época convulsa en los Estados Unidos de los años 70

21 nov 2016 . Actualizado a las 11:37 h.

El norteamericano John L. Parker se licenció en Periodismo y Derecho, dos áreas en las que se ha ganado la vida. Pero, como tantos otros universitarios de su país, Parker llevó una doble vida, en su caso nada secreta. Mientras estudió en la Universidad de Florida, en Gainesville, formó parte del club de atletismo, donde se destacó por fijar el récord del centro para la milla. El lugar era un imán para corredores de la costa este, ya que el club reunía a tres olímpicos del 72: Jeff Galloway, Frank Shorter y Jack Bacheler. A los dos últimos está dedicado El corredor, cuyo personaje principal guarda numerosas coincidencias con Parker. Publicada por primera vez en 1978, la novela gira en torno a la vida universitaria de Quenton Cassidy, quien corre la milla en poco más de cuatro minutos, una barrera que se esfuerza por superar. Por sus páginas desfilan sus compañeros de entrenamientos y carreras, entrenadores como Bruce Denton, su novia o amigos, pero todos estos vectores acaban por confluir, siempre, en lo mismo: la milla.

A pesar de que no fue un éxito literario inmediato, El corredor se estableció como libro de culto para los practicantes del atletismo, especialmente los mediofondistas. No en vano Parker se basó directamente en sus experiencias para reflejar con toda fidelidad lo que pasa por la cabeza de quien vive por y para una carrera; la de la milla, en su caso. El autor, tirando de conocimiento directo, lleva al lector el cerebro mismo del atleta y le explica cómo entrena, cómo divide la carrera en secciones, la relación con otros competidores, el entrenador. En este sentido, abre una ventana a un mundo que, pese a su aparente sencillez -alguien que corre-, guarda en su interior un complejo y fascinante proceso mental.

Pero El corredor también es el reflejo de una época. Nacido en 1947, Parker vivió en la universidad la convulsa década de los sesenta, marcada especialmente por la lucha por los derechos civiles y las protestas contra la guerra de Vietnam. La camaradería y el buen humor que caracterizan las primeras páginas -ejemplo elocuente el divertido simulacro de juicio a un estudiante- da paso a las reivindicaciones pacifistas, que dan como resultado la suspensión de Cassidy del equipo y la denegación de una beca.

Para Parker, escribir El corredor fue una prueba de fondo. Le llevó ocho años y la publicó él mismo. El éxito le ha permitido ampliarla a una trilogía, junto a De nuevo a Cartago y Carrera en la lluvia.