Dolores Redondo gana el Planeta con una intriga situada en la Ribeira Sacra

Rodri García LA VOZ

CULTURA

JOSEP LAGO | afp

La escritora vasca de ascendencia gallega ratifica el éxito de la novela criminal, que también hizo finalista a Marcos Chicot

16 oct 2016 . Actualizado a las 09:01 h.

«Cada año, desde mi casa, ante la televisión, cuando veía al autor que subía aquí, anhelaba con ser yo algún día», confesó con la voz tomada por la emoción la narradora donostiarra de ascendencia gallega Dolores Redondo (1969), que agradeció al jurado del premio Planeta 2016 su veredicto -obtuvo 5 de los 7 votos-: «Hacéis real un sueño que he acariciado desde la adolescencia». Es más, admitió, ya se había presentado antes, y sin éxito, a este certamen literario. Esta vez concurrió bajo el seudónimo de Jim Hawkins y, con el título provisional de El sol de Tebas, se alzó con la 65.ª edición del galardón mejor dotado de las letras españolas (601.000 euros). Autora muy popular debido al éxito de su denominada Trilogía del Baztán -protagonizada por la carismática inspectora de homicidios de la Policía Foral de Navarra Amaia Salazar, muy pronto en los cines-, plantea en Todo esto te daré, que así se llamará la novela, una intriga criminal ambientada en la Ribeira Sacra, «un lugar irrepetible en el mundo», elogiaba ayer.

El leitmotiv de la novela, explicó Redondo, es la codicia, de donde proviene la idea del título, palabras extraídas de la Biblia, Evangelio según san Mateo, 4:9. «Todo esto te daré -recordó- es una afirmación del diablo, y una oferta que comporta una sola condición, la servidumbre para siempre al mal». Redondo relató cómo la intriga arranca con la llegada a Lugo de Manuel (el personaje principal) para identificar el cadáver de Álvaro, que aparentemente perdió la vida en un accidente de tráfico. La frialdad y el rechazo con que lo recibe la familia -y la rapidez con que se cierra la investigación- lo lleva a pensar que la situación ante la que está es una gran mentira, y sospecha que tras el fallecimiento se oculta un asesinato.

Uno de los personajes secundarios que sustentan la historia es Nogueira, un guardia civil retirado. Un cura, Lucas, amigo de Álvaro, ayudará a Manuel en la peligrosa aventura que se embarca de desvelar la verdad, contra la impunidad de los malvados. «Incluso piensa que quizá no sea esta la primera muerte poco clara en el ámbito de esta familia» de rancio abolengo y prácticas mafiosas.

Dolores Redondo incidió en la magia y el modo de vida heroico de la Ribeira Sacra y aseguró que «la elección del escenario nunca es casual» en sus novelas, y que nunca busca «lugares de postal, porque la belleza -recalcó- puede proceder de la rudeza, del esfuerzo y el trabajo».

Planeta ha recibido 22.000 ejemplares en sus 65 años de concurso, con una media de recepción de 340 ejemplares al año, y con unas cifras globales de ventas de 42 millones de ejemplares -una media de 650.000 al año-.

El pasado año la escritora Alicia Giménez Bartlett -veteranísima y respetada autora de novela negra- fue la ganadora del galardón con Hombres desnudos, mientras que el narrador y director de cine Daniel Sánchez Arévalo quedó finalista con La isla de Alice. Responsables de la editorial se mostraron especialmente satisfechos por el número de originales presentados a esta edición, 552, que supone un récord de participación (el anterior eran 550). Desde Galicia fueron enviadas 15 novelas: 5 desde Ourense, 4 de Lugo, 3 de Pontevedra y otros tantas de A Coruña. En el listado de los ganadores de estas 65 ediciones, que durante la cena se fueron proyectando en la sala, aparecían tres gallegos: Fernando Bermúdez de Castro, con la novela Pasos sin huella en 1958; Gonzalo Torrente Ballester con Filomeno a mi pesar en 1988; y Camilo José Cela con la polémica La Cruz de San Andrés en 1994).

De «El asesinato de Pitágoras» a «El asesinato de Sócrates», del cuarto al segundo puesto

El finalista del Planeta es Marcos Chicot (Madrid, 1971), psicólogo y escritor, que se presentó al galardón con el seudónimo de Óscar García y un original titulado El nacimiento. Juan Eslava Galán destacó el «trabajo de filigrana» del autor para construir el andamiaje histórico de una novela ambientada en la guerra del Peloponeso. La trama arranca en el momento en el que un amigo del filósofo Sócrates acude al oráculo de Delfos y este le anuncia que el gran pensador morirá a manos de un hombre de mirada clara. Por ello, Querofonte, amigo y discípulo del filósofo, se obsesionará con Perseo, «cuyos ojos casi transparentes ocultan una terrible verdad». Para Eslava, El asesinato de Sócrates es «una novela espléndida», de un autor que ya publicó dos narraciones que mezclan el ingrediente histórico y la intriga: El asesinato de Pitágoras -en ella viajaba también a la antigua Grecia- y La hermandad. Antes de llegar al papel, tuvieron un impacto notable (incluso en ventas) en Internet.

En el 2012, Chicot ya apostó por el Planeta y El asesinato de Pitágoras se coló entre las diez finalistas. El escritor fue invitado a la gala, pero, finalmente, su narración ocupó el cuarto lugar. Los laureles se los llevó Lorenzo Silva.

Chicot dedicó su éxito (150.250 euros) a su hija Lucía, que padece síndrome de Down y por la que lo dejó todo y se puso a escribir.