La búsqueda del vecino de Chantada Ernesto Torre no dio resultado alguno ni ayer ni hoy por la mañana. Si no hay novedades, mañana intervendrán los buceadores de la Guardia Civil
19 may 2016 . Actualizado a las 10:23 h.La segunda jornada de búsqueda sistemática del vecino de Chantada que desapareció el pasado fin de semana en la ribera del Miño, al igual que la primera, no dio resultado alguno. A lo largo del día, efectivos de la Guardia Civil, la Policía Local y los servicios de emergencias -así como familiares y vecinos del desaparecido- rastrearon pacientemente las márgenes del río en la zona del puente de Portotide sin encontrar ningún nuevo rastro del paradero de Ernesto Antonio Torre Rodríguez, de 76 años de edad.
La búsqueda empezó a desarrollarse a primera hora de la mañana, en un momento en el que flotaba una niebla densa en la zona y en el que la visibilidad era escasa. Al igual que hicieron el lunes, los agentes de la Guardia Civil utilizaron perros adiestrados con los que recorrieron ambas orillas tratando de detectar algún rastro olfativo del desaparecido. Las demás personas que tomaron parte en el operativo también buscaron detenidamente por las márgenes.
Por la tarde se sumaron a la búsqueda varias barcas y piraguas de propiedad particular que fueron aportadas por vecinos de la zona y con las que los equipos de búsqueda estuvieron peinando durante horas todo este tramo del río, situado entre las parroquias de A Sariña -en Chantada, en la margen derecha del cauce- y Mourelos, en el municipio de O Saviñao.
Hasta la caída de la noche
La búsqueda se dio por terminada hacia las nueve y media, al empezar a caer la noche, aunque algunos familiares del desaparecido continuaron rastreando un poco más de tiempo. Durante la jornada no solo no se consiguió encontrar a Ernesto Antonio Torre, sino que tampoco ha aparecido ningún otro rastro suyo. Sus últimas huellas son un paraguas, una bolsa y un jersey que quedaron abandonados al pie de un árbol, en medio de una zona de viñedo y a escasa distancia del puente. Estos objetos fueron hallados por el dueño de la finca, quien se los entregó a los parientes del desaparecido mientras lo buscaban por la zona.
Tampoco se ha sabido ayer de ninguna otra persona que viese a Ernesto Torre por la zona en los pasados días. Hasta el momento, los últimos que lo pudieron avistar fueron unos vecinos del lugar de Os Queixeiros, en la parroquia de Líncora -a varios kilómetros de esta zona de la ribera-, por donde el desaparecido pasó al parecer a última hora de la tarde del sábado.
A la espera de los buceadores
Durante las labores de búsqueda que se llevaron a cabo ayer por las márgenes derecha e izquieda del Miño no volvieron a utilizarse drones, al contrario de lo que ocurrió el lunes. A lo largo de esa primera jornada, la zona fue examinada insistentemente desde el aire por una pequeña aeronave no tripulada de la Axencia Galega de Emerxencias -provista de una cámara térmica capaz de detectar la presencia de cuerpos humanos- y por otro aparato de propiedad particular que fue manejado por dos vecinos de Chantada.
Por una parte, las malas condiciones de visibilidad que se dieron en la zona durante la primera parte del día habrían hecho que el uso estos aparatos resultase prácticamente inútil. Por otra parte, se considera difícil que los drones puedan descubrir algo nuevo en las zonas que ya fueron revisadas, puesto que el lunes se realizaron numerosos vuelos sin hallar ningún indicio de la presencia o del paso del desaparecido.
Los integrantes locales del operativo de búsqueda contaban en principio que hoy se desplazase a la zona un equipo de buceadores de la Guardia Civil, a fin de continuar la búsqueda bajo la superficie del río. Sin embargo, esta intervención no se llevará a cabo hasta mañana. Durante la mañana de hoy, los operarios de los servicios de emergencia han continuado las labores de búsqueda, pero sigue sin aparecer ningún indicio.