El castro de Arxeriz continúa revelando sus secretos

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

O SAVIÑAO

CARLOS RUEDA

En el yacimiento de O Saviñao aparecen más elementos de interés arqueológico

28 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde hace veinte días se está llevando a cabo la tercera campaña de escavaciones arqueológicas en el castro de Arxeriz, en el municipio de O Saviñao, dentro dentro de un proyecto promovido y financiado por la Fundación Xosé Soto de Fión. La intervención destaca por ser la única de este tipo que se realiza actualmente en un castro en todo el sur lucense y también por el hecho de que todo lo que va saliendo a la luz se musealiza y se abre a las visitas turísticas de forma casi inmediata. Esto es lo que ocurrirá dentro de unos meses con los restos constructivos que se están desenterrando ahora en el antiguo asentamiento.

La fundación que promueve las excavaciones gestiona el Ecomuseo de Arxeriz, en cuyos terrenos se encuentra el castro. Tras cada una de las dos campañas arqueológicas precedentes, los vestigios de construcciones castreñas que se fueron sacando a la luz se sometieron a operaciones de consolidación y señalización. Los visitantes del museo tienen así la oportunidad de ver con sus propios ojos cómo van avanzando las excavaciones de año en año, algo muy poco común en los yacimientos arqueológicos.

En lo que va de la actual campaña se han ido desenterrando nuevos elementos que más adelante serán mostrados a los visitantes. Por una parte, siguen saliendo a la luz restos de construcciones que corroboran la importancia de la estructura urbana de este asentamiento protohistórico situado en un gran espolón rocoso desde el que se domina un amplio panorama del valle del Miño y el gran meandro conocido como Cabo do Mundo. Una de las zonas donde se está excavando es el entorno de los restos de una edificación que ya se desenterró parcialmente en anteriores campañas y que ofrece especial interés porque podría tratarse de un almacén de cereales. Los actuales trabajos podrían proporcionar más pistas a este respecto.

Además de restos de muros y empedrados, los arqueólogos están descubriendo otros elementos constructivos de interés, como peldaños de escaleras y las huellas que dejaron en la roca los picos que utilizaron los constructores del castro.

También se han podido encontrar varios molinos de mano y numerosos restos de cerámica, entre los que destacan los fragmentos de unas vasijas de considerable tamaño -con bocas de 35 centímetros de diámetro- que se espera poder reconstruir en gran parte. Estas piezas serán expuestas en el museo cuando termine su estudio y restauración.

Los restos que van apareciendo se abrirán en breve a las visitas turísticas