Los tribunales decidirán si Aqualia está en deuda con el Ayuntamiento

Las diferencias entre el Ayuntamiento y Aqualia sobre el cumplimiento del contrato del servicio de agua firmado en el 2001 se resolverán finalmente en los tribunales. La oposición echó por tierra la propuesta de acuerdo que habían cerrado representantes municipales y de la empresa tras varios meses de negociaciones. El alcalde la llevó ayer a pleno por segunda vez, después de que quedase pendiente en una sesión anterior. Por el camino, fueron encargados nuevos informes para tratar de resolver las dudas de la oposición. De nada sirvieron, porque PP, BNG y Esperta Monforte votaron ayer en contra de la solución que postulaba el equipo de gobierno.

Los grupos de la oposición sacaron adelante en el pleno sendas mociones con propuestas alternativas presentadas ese mismo día por PP y BNG. Pero en la práctica no pasarán de gestos testimoniales, porque a diferencia de la propuesta del alcalde no cuentan con el beneplácito de la concesionaria del agua. «Intentei resolver nun ano o que non se fixo en catorce. Outros prefiren facer unha oposición irresponsable, pero terán que responder das consecuencias que poidan derivarse», dijo Tomé.

Inversiones reconocidas

Se refería a las obras que contabilizó el anterior equipo de gobierno como inversiones realizadas por Aqualia, a su juicio de un forma «cando menos irregular». Estos reconocimientos realizados en la etapa de Severino Rodríguez fueron aprobados por la junta de gobierno, pese a que suponían una modificación del contrato. «Non se poden usurpar as competencias do pleno, que é o órgano competente neste caso», afirmó el alcalde.

La portavoz del PP también reparó en esta circunstancia, pero sin exculpar al actual regidor de esas posibles irregularidades. «Cando foron recoñecidas indebidamente esas obras de renovación que non eran inversións vostede tamén estaba na xunta de goberno», le espetó Julia Rodríguez a Tomé. Para esta concejala, la propuesta que fue ayer a pleno supone «un insulto á intelixencia dos monfortinos».

Julia Rodríguez defendió que las cuentas del contrato siguen rodeadas de confusión, un argumento en el que abundaría luego el BNG. «Podo entender que á empresa lle interese este acordo pero non que o defenda vostede, salvo que haxa algún tipo de interese oculto que debería aclarar», manifestó la portavoz nacionalista, Pilar López.

Fue una intervención tildada de «atrevemento» por el alcalde, que pese a todo no encontró receptividad en ninguno de los grupos. Por parte de Esperta Monforte, Maribel García lamentó que en el pleno se volviesen a escuchar «os mesmos argumento que se veñen repetindo dende hai anos».

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