El colegio de abogados de Lugo considera que Jacinta Sánchez cometió dos delitos en este caso, uno de estafa por cobrar por gestiones que en realidad no hacía y otro de intrusismo por simular que era abogada. Por el primero, le piden una condena de dos años de cárcel y una multa. Y por el segundo, solicitan al juez que le imponga seis meses más.
No es la primera vez que esta mujer va a juicio como acusada de estafa. En octubre del 2013 fue juzgada en la Audiencia Provincial de Ourense. La acusaban de cobrar dos pagarés por un valor conjunto de 82.850 euros que habían sido anulados previamente. Según la información publicada en su día por el diario La Región, la procesada se negó a declarar durante la instrucción del caso, pero en el juicio negó los hechos.
Obras en un asilo
Al parecer, Jacinta Sánchez había firmado en el 2007 un contrato de realización de obras de albañilería con la empresa propietaria de la residencia de ancianos del barrio ourensano de O Couto. Pero ese contrato fue anulado posteriormente porque la firma a la que representaba la acusada se echó atrás, tras alegar que carecía del personal necesario para llevar a cabo las obras. Según las acusaciones, los contratantes le pidieron le devolución de los cuatro pagarés que habían firmado, pero se los dio rotos y no cayeron en la cuenta de que solo les entregaba dos. Uno de estos cheques era de 25.800 y el otro de 58.850.
El Ministerio Fiscal pidió en aquel juicio una pena de tres años de cárcel para la procesada. La acusación participar, ejercida por la empresa que se decía estafada, pedía cuatro y también una multa de alrededor de 2.000 euros.