Adiós a las luces amarillas

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

MONFORTE DE LEMOS

ALBERTO LÓPEZ

El alumbrado actual se sustituirá por lámparas led de tonalidad blanca

18 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Las luces de vapor de sodio, fácilmente reconocibles por la tonalidad amarilla, permitieron en su momento rebajar el consumo de alumbrado público en las poblaciones. Hoy están desfasadas en cuando a gasto energético si se comparan con las lámparas led, cuya luz de color blanca se considera además idónea para alumbrar las calles. Sus ventajas resultan patentes en las zonas de Monforte donde se sustituyó la iluminación anterior. Los cambios se irán extendiendo, de forma gradual, a la totalidad del casco histórico.

Los expertos en urbanismo desaconsejan actualmente el uso de luz amarilla en parques y jardines por la deficiente calidad visual que brindan esas luminarias. Se les achaca una tendencia a oscurecer los colores que parece patente en numerosos puntos del centro de Monforte. «Hai rúas e prazas que dan a sensación de estar mal iluminadas aínda que o alumeado debería resultar suficiente. É algo que ten que ver máis ben coa calidade da luz», asume el alcalde.

Tomé destaca la mejora en la iluminación de calles como el Reboredo o el Paseo de Lugo tras la instalación de lámparas led. El contraste entre el tramo del Cardenal abierto al tráfico, donde existe ese tipo de alumbrado, y la zona peatonal de la calle, en la que impera todavía la luz amarilla, ilustra a su juicio la necesidad de renovar el alumbrado. «Levará un tempo, porque imos facelo co persoal municipal e só dispoñemos de dous electricistas, pero vanse cambiar todas as luces amarelas por lámpadas led de luz branca», señala el alcalde.

Más visibilidad y menor gasto por consumo eléctrico

Desde la noche del pasado lunes, las ventajas de la luz blanca en cuanto a iluminación pueden cotejarse en el puente nuevo. Es el inicio de una renovación que se extenderá a la totalidad de las calles del centro al menos en una primera fase. «Aproveitaremos para repoñer as lámpadas fundidas e para limpar algúns farois que acumulan moita sucidade», dice el alcalde.

La paulatina sustitución de la luces amarillas, según destaca, se traducirá además en un recorte del consumo energético. La factura por este concepto, sin embargo, no parece preocupar al actual gobierno municipal, que sitúa la mejora de la iluminación entre sus prioridades.

Una equivocación

«Reducir os gastos en luz foi un erro», dice ahora Tomé, en referencia al apagado de luces que trajo consigo el plan de estabilidad presupuestaria. Los anteriores responsables municipales lograron reducir el consumo, pero el ahorro buscado se frustró por la subida de la luz.