«Ese día iba a dar un paseo antes de bañarme, fue una casualidad»

La Voz

MONFORTE DE LEMOS

ROI FERNANDEZ

01 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

josé Manuel Gonda acude puntual todas las tardes a la zona de Vilanova desde hace años. Salvo que llueva, precisa, allí esta desde mediados de mayo hasta bien entrado el mes septiembre. «Ya iba de chaval. Me gusta el agua fría y bañarme en la corriente. Es una manía», dice. El sábado iba a dar una vuelta hasta el campo de golf antes de bañarse en el lugar de siempre, pero cambió de opinión y se fue hacia la orilla. Minutos después, luchaba en el agua por soltar a las dos niñas y evitar que se fuesen juntas al fondo del Cabe. Pudo sacar a la orilla a una de ellas, la que resultó ilesa, y pidió auxilio a otro bañista que se sumergió hasta sacar de una poza a la chica que está ingresada en el Hospital Universitario Lucus Augusti. «Suelo dar un paseo antes. Ese día me dio por ir derecho al río. Cuando estaba a unos veinte metros del río, oí los gritos y me di cuenta de lo que pasaba. Fue una casualidad», señala Gonda, que no quiere colgarse ninguna medalla. «A mí no me gusta hablar de héroes, pero si los hubo en todo caso fuimos tres», añade. El otros bañista que colaboró en el rescate Eduardo O Rianxo, tuvo que bucear un buen rato hasta localizar a la joven ingresada en Lugo, que se había precipitado al fondo del río mientras su compañera era sacada a la orilla. «Fue todo muy complicado», apunta Gonda, que califica de «milagroso» que en ese momento hubiese un médico en la zona. «Hice un curso de primeros auxilios, pero no me sentía capacitado para actuar. Si no llega a estar ese hombre, no sé que habría pasado». En muchos años acudiendo a Vilanova, nunca había asistido a un percance semejante. De lo acaecido el sábado, destaca la importancia que supone una rápida respuesta de los servicios de emergencia. «Un solo minuto -subraya- te puede salvar la vida».