La Feria Medieval celebra una de sus ediciones más exitosas

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

MONFORTE DE LEMOS

El buen tiempo propició un gran ambiente en su primera jornada

05 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

«Quién nos lo iba a decir, hace treinta años». Era la reflexión de un monfortino, residente en Vigo, al reencontrarse ayer con un amigo de juventud en una de las calles del casco histórico. La celebración de la Feira Medieval atrajo en su primera jornada a infinidad de visitantes. Hay muchos que tienen raíces en la zona, pero cada vez son más lo que acuden ajenos por completo a la morriña o a los vínculos familiares. En una época del año en la que la playa todavía no tira lo suficiente, buscan en la Ribeira Sacra otro tipo de atractivos lejos del mar y la arena.

Monforte los tiene, y muchos, Más de lo que piensan los están acostumbrados a convivir con ellos a diario. No solo la torre del Homenaje, el museo de arte sacro de Santa Clara o los Grecos del Colegio del Cardenal. También un ruta de vinos envidiable y una oferta gastronómica de la que aún se podría sacar más partido. «Las estanterías del pan de algunas tiendas de aquí son un verdadera boutique», apunta un visitante.

Tirón de la viticultura

Los vinos y el viñedo singular que caracteriza a la Ribeira Sacra han desbrozado el camino dando a conocer una indicación de origen cargada de evocaciones. Tras la viticultura se abren paso un patrimonio románico envidiable y un turismo de naturaleza todavía en ciernes. El sistema de visitas a las iglesias de mayor interés es francamente mejorable, al igual que el mantenimiento de las impactantes rutas de senderismo que proliferan en todos los municipios. Pero el turista, más allá del pariente que viene a pasar unos días, ya es una realidad.

Según datos de la oficina de turismo de Monforte, en vísperas del Jueves Santo el Balneario de Augas Santas y el Parador de Monforte tenían todas las plazas reservadas. Los hoteles también estaban a tope y los visitantes que buscaban alojamiento eran desviados a las pensiones disponibles. Las casas rurales posiblemente sean, a esta alturas, la asignatura pendiente de un turismo todavía demasiado concentrado en determinadas épocas del año.