La conflictividad laboral vuelve a la piscina cuatro años después

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Protesta frente a la piscina en octubre del 2014, cuando también se barajó un posible cierre
Protesta frente a la piscina en octubre del 2014, cuando también se barajó un posible cierre CARLOS CORTÉS

Tomé dice que el Ayuntamiento «está preparado» para un hipotético cierre

11 oct 2019 . Actualizado a las 19:25 h.

La conflictividad vuelve a la piscina municipal de Monforte. Los problemas en la gestión salieron a relucir en el último pleno, en el que se rechazó una compensación económica solicitada por la empresa. Maribel García, concejala de Esperta Monforte, aseguró que la concesionaria no está al día en el pago de nóminas a los trabajadores. El alcalde, José Tomé, no confirmó ni desmintió esta circunstancia, pero dejó entrever que la situación es delicada. «O Concello está preparado por se, chegado o momento, a empresa deixase de prestar servizos», dijo Tomé.

En la gestión de la piscina cubierta municipal de A Pinguela llueve sobre mojado. Tras un prologado conflicto, durante el que los trabajadores también dejaron de percibir sus salarios, el pleno autorizó en junio del 2015 una cesión del contrato a otra firma que evitó la convocatoria de un nuevo concurso y la posibilidad de un cierre temporal de las instalaciones. La concesionaria, el Grupo Pazos Salud y Ocio, había entrado meses antes en concurso de acreedores.

Pero el traspaso de la concesión -pasó del Grupo Pazos Salud y Ocio a la firma Alacer Ocio y Deportes- solo parece haber servido para cerrar los problemas en falso. Según denuncia la concejal Maribel García, fue solo un cambio de nombre que en la práctica trajo consigo que la concesión siguiese en manos de un empresario que «xa viña dando problemas».

UGT, el sindicato que representaba a los trabajadores, aplaudió en su día un acuerdo que permitiría a la plantilla cobrar los atrasos. Tampoco hubo discrepancias entre los partidos políticos a la solución planteada, aunque la portavoz del PP en aquel momento -la diputada autonómica Julia Rodríguez- mostró algún recelo frente a una cesión cuya destinataria era «outra empresa na que os administradores son os mesmos».

Cinco años después, la historia se repite y la receta de Esperta Monforte para normalizar definitivamente la situación es un cambio de rumbo en el modelo de funcionamiento. «Propoñemos unha xestión municipal para dar saída aos traballadores», detalla Maribel García. La postura de este grupo, a juicio del alcalde, no pasa de ser un brindis al sol. «O primeiro que hai que saber é que a concesión está en vigor e se o Concello a recupera ten que indemnizar á empresa», advierte Tomé.

Dos semanas como mucho

La empresa tiene todavía cuatro meses de contrato por delante, pero el gobierno municipal prefiere curarse en salud. Incluso parece haber valorado un hipotético cierre. El alcalde asegura que el Ayuntamiento «está preparado» para hacer frente a ese supuesto. «Unha empresa ponte faríase cargo da piscina ata a convocatoria dun novo concurso», detalla. Esa solución evitaría un cese prolongado de la actividad de las instalaciones. A lo sumo, se produciría una «parada técnica» de aproximadamente dos semanas

Todos los grupos municipales votaron en contra en el último pleno de la solicitud de compensación económica presentada por la empresa. La portavoz del PP, Katy Varela, pidió al alcalde que se estudie con detenimiento la mejor solución «para un servicio tan importante como el que presta la piscina municipal». Tomé, por su parte, dejó caer que espera que haya «máis sorte» cuando llegue el momento de renovar la concesión.

El contrato cedido a Alacer Ocio y Deportes en el 2015 acaba en marzo del 2020

El contrato cedido en el 2015 a la empresa Alacer Ocio y Deportes -domiciliada en Ourense al igual que el Grupo Pazos Salud y Ocio- finalizará en marzo del próximo año. Lo habitual en estos casos es que la firma que tenga la adjudicación a su cargo en ese momento continúe con el servicio hasta que se resuelva el nuevo concurso. Pero el equipo de gobierno parece no tenerlas todas consigo y da a entender que hubo contactos con otras empresas en previsión de que las cosas puedan torcerse. La municipalización del servicio que reclama Esperta Monforte no parece entrar en sus planes.

A la concejala de esta última formación no le convence la argumentación del alcalde. «Á empresa hai que indemnizala se non hai causas obxectivas para rescindir o contrato, pero penso que neste caso existen razóns máis que suficientes», dice Maribel García. Esperta Monforte tiene constancia del impago de varias nóminas a la plantilla y del descontento existente entre muchos usuarios de las piscinas. «O malestar está na rúa e a nós chegáronnos queixas», apunta la portavoz de esta formación.

La concesionaria de la piscina dirigió el pasado mes de marzo un escrito al Ayuntamiento en el que solicitaba que se restableciese el equilibrio económico del contrato. Los servicios de intervención pidieron a la empresa documentación complementaria para justificar una petición que no consideraban suficientemente clara. La respuesta no se produjo y la corporación acordó la pasada semana desestimar la reclamación de compensaciones económicas.