El nuevo concurso veta a las empresas denunciadas por impagos a los trabajadores
21 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Los contratos de la limpieza en las dependencias de titularidad municipal por fin serán regularizados. La situación caótica en la que se prestaban estos servicios -sin adjudicación o con concesiones caducadas desde hace décadas- motivó continuos reparos de intervención a la hora de pagar las facturas. El equipo de gobierno anunció ayer la convocatoria de un nuevo concurso, coincidiendo con la publicación del pliego de condiciones. Aumenta la cuantía y también las exigencias del contrato, que incorpora entre los requisitos para empresas las denominadas cláusulas sociales.
Estas modificaciones se producen después de que los sindicatos CC.OO. y CIG denunciasen públicamente el caso de una trabajadora a la que una de las empresas que se hacen cargo de la limpieza de sedes municipales llevaba más de medio año sin pagarle. El grupo de concejales no adscritos planteó la situación de esta empleada en el pleno del pasado mes de febrero. La respuesta del alcalde entonces fue anunciar la inminente regularización de las concesiones que rigen la prestación de ese tipo de servicios.
Sin jurisprudencia
Los detalles, sin embargo, no trascendieron hasta ayer. Antes de la publicación del pliego de condiciones en la web municipal, el alcalde y la concejala de Facenda explicaron en rueda de prensa los pormenores del nuevo concurso. «A entrada en vigor da nova lei de contratos, a comezos de ano, obrigounos a refacer todo. Impón modificacións importantes e ao non haber xurisprudencia previa había que extremar a cautela», detalla Tomé. La inclusión de cláusulas de carácter social es, a su juicio, una de las «melloras salientables» que trae consigo la puesta al día de la contratación de la limpieza en los edificios municipales.
Desde ahora no se podrán presentar al concurso empresas sobre las que pesen sentencias por vulnerar los derechos de los trabajadores, ni tampoco las que apliquen condiciones laborales que no se ajusten a los mínimos del convenio general del sector. Las firmas que obtengan la adjudicación de los diferentes lotes en los que se reparte el concurso -solo podrán ser concesionarias de uno de ellos- tendrán que incorporar a un total de diez personas contratadas actualmente. Esa subrogación implica asumir el pago de nóminas y cuotas a la Seguridad Social que permanezcan sin abonar.
La trabajadora cuyo caso airearon los sindicatos tiene nueve nóminas sin cobrar
El nuevo pliego de condiciones veta a aquellas empresas que hayan sido condenadas por sentencias firmes en los últimos cinco años por vulneraciones graves de los derechos de los trabajadores. «Queremos que non se repitan situacións que lamentamos todos e que se teñen dado nalgunha ocasión», señala el alcalde. A este tipo de limitaciones se suma un nuevo régimen sancionador que se aplicará a las firmas adjudicatarias si se producen incumplimientos de las condiciones laborales. A la trabajadora cuyo caso denunciaron los sindicatos se le adeudan nueve nóminas a estas alturas.
Las empresas podrán presentar ofertas a los tres lotes en los que se divide el concurso, pero tendrán que conformarse con una única concesión. «Facémolo por diversificar e tamén para evitar que haxa monopolios», dice Tomé. La adjudicación también supondrá «melloras importantes no número de tarefas e a súa frecuencia» que se dejarán sentir a partir de septiembre, cuando está previsto que estén formalizadas las adjudicaciones.
Las ausencias
El campo Luis Bodegas no sale a concurso porque la limpieza en este caso incluye trabajos de conserjería. También tendrán tratamiento diferenciado las concesiones del pabellón deportivo y el estadio de A Pinguela, al igual que edificaciones de carácter turístico como la torre del homenaje. La unidad asistencial de drogodependencias tampoco entra en los lotes por tratarse de una entidad supramunicipal cuya limpieza deberá ser contratada por separado.