«No es preciso ir a misa para estar preocupado por estos sacerdotes»

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

ROI FERNÁNDEZ

Más de doscientas personas reclaman que se queden los tres últimos escolapios

22 jun 2017 . Actualizado a las 10:42 h.

Más de doscientas personas se manifestaron ayer durante media hora a las puertas del colegio de los Escolapios para reivindicar que los últimos religiosos escolapios del colegio del Cardenal se queden en Monforte. La de ayer fue la muestra de rechazo más visible al traslado de estos tres sacerdotes, decidido por los responsables de la orden. Entre los participantes en la protesta había sobre todo familias con hijos matriculados en el colegio, pero también feligreses habituales de las misas que se ofician en la iglesia del colegio. La única presencia política fue la del alcalde, José Tomé, el concejal de Obras, José Luis Losada, y el edil del PP, Francisco Cela. También acudió el exalcalde Severino Rodríguez.

Ninguna organización estaba detrás de esta convocatoria, impulsada de forma espontánea por algunos padres y difundida en un primer momento a través de las redes sociales. «Se trata de hacer un poco de fuerza para evitar que se lleven de aquí a los tres padres escolapios que quedan, y de paso para saber por qué lo hacen». Francisco Boullosas ejerció de portavoz de los concentrados ante los medios de comunicación, simplemente porque era uno de los dos que enarbolaron una pequeña pancarta con el lema «No a la marcha de los escolapios», la única que se vio durante la protesta.

 

Una opinión extendida entre los concentrados es que sería un error considerar este episodio como algo aislado que afecta únicamente a la comunidad educativa de este centro escolar y a quienes acuden a misa en la iglesia. Boullosas lo explica así: «No es preciso ir a misa para estar preocupado por estos tres sacerdotes y porque el colegio se quede sin presencia permanente de religiosos». Él y muchos de los que ayer acudieron a esta protesta la presentan como una más de las movilizaciones de las últimas décadas contra la supresión de servicios clave. Esta es, argumenta, «una de tantas cosas que van desapareciendo de Monforte, como pasó con el ferrocarril y con tantos otros asuntos».

La protesta empezó a las nueve menos cuarto de la mañana y se prolongó hasta las nueve y cuarto, quince minutos después de la hora de entrada a clase. Los concentrados la dieron por terminada con una salva de aplausos.

Tomé revela que la orden no descarta enviar más religiosos a Monforte

La polémica por la marcha de los escolapios podría dar un giro inesperado si se confirmase un dato desvelado ayer por el alcalde durante la concentración. José Tomé explicó que mantuvo una conversación hace aproximadamente un par de semanas con el máximo responsable de los escolapios en España, Daniel Hallado, que le explicó las razones de la orden de traslado de estos tres religiosos. Según el alcalde, en esa conversación Hallado dejó un resquicio abierto a un desenlace que suena paradójico: tras la marcha de estos tres sacerdotes podrían venir cinco, los que ahora viven en A Coruña, la otra residencia de los escolapios en Galicia.

«Os responsables da orde escolapia -explica Tomé- danse conta de que o peso relativo que teñen dentro de Monforte é moi superior ao que teñen na Coruña».

Así que entienden que el impacto social de dejar sin residentes el colegio del Cardenal es mucho mayor que el que supondría vaciar la actual residencia de A Coruña y enviar a Monforte a todos los sacerdotes que hay allí. En la actualidad son cuatro, pero serán cinco cuando uno de los tres de Monforte se mude allí.

Por esa razón, los escolapios no descartan un futuro traslado a Monforte de todos los religiosos que hay en A Coruña. En cualquier caso, Tomé admite que Hallado no adoptó ningún compromiso concreto en este sentido.

Las misas, garantizadas

El alcalde contó también que la orden tiene intención de desplazar religiosos para garantizar que se sigan realizando los oficios religiosos de los que ahora se encargan los tres escolapios de Monforte, entre ellos, bodas, comuniones y misas dominicales y diarias.