PSOE y PP avivan las dudas sobre el futuro de la recogida con cubos

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Descartan pronunciarse sobre el sistema de limpieza hasta las municipales del 2019

11 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Por una vez, y sin que sirva de precedente, PSOE y PP están de acuerdo en algo que afecta a la gestión municipal. Ambos coinciden en que a estas alturas difícilmente se puede alcanzar un compromiso político sobre la continuidad del sistema de recogida de basura que se puso en práctica en junio del 2011, justo un mes después de las elecciones locales de ese año. El contrato con FCC finalizará en agosto del 2020. En medio está la cita con las urnas del 2019, con la alcaldía nuevamente en juego.

Empresa y trabajadores mantuvieron dos reuniones para la negociación del convenio colectivo. La plantilla quiere que los contratos eventuales -ocho de 39- pasen a indefinidos. Para ello es necesario que se mantenga el sistema de recogida con cubos, que eliminó los contenedores verdes en la mayoría del casco urbano. BNG y Esperta Monforte se pronuncian por la continuidad de este sistema, que requiere una mayor dotación de personal que el anterior. Pero suman, en total, seis de los diecisiete concejales de la corporación.

No es el momento

El reparto de fuerzas tras las próximas elecciones locales es una incógnita. A ella se agarran socialistas y populares para no definirse con claridad sobre el futuro del actual sistema de recogida de basura, al que se opusieron sin rodeos durante el anterior mandato municipal. «Os compromisos son cando toca. A tres anos vista e cunhas eleccións de por medio, penso que agora non é o momento de adquirilos», dice el alcalde, José Tomé.

Cuando el PSOE estaba en la oposición, Tomé pidió a retirada de los contenedores de las calles. Incluso supeditó a la vuelta al modelo anterior su apoyo a los últimos presupuestos del BNG, que al igual que los socialistas en estos momentos gobernó en minoría entre 2011 y 2015. Pero ahora el alcalde evita entrar al fondo de la cuestión. «Dixen que ía respectar o contrato e vouno facer. Daquela tomamos unha posición a partir dunhas circunstancias que no futuro poden ser as mesmas ou non», señala.

El equipo de gobierno tampoco quiere entrar de lleno en una negociación que a su juicio corresponde exclusivamente a la empresa y a los trabajadores. «Nós agardamos que cheguen a un acordo, polo ben da empresa e da cidade», apunta el alcalde. Tomé fue informado por FCC de los primeros contactos con la plantilla. «O que me din na empresa é que foron ás dúas reunións a escoitar e que para nada falaron de condicións para chegar a acordos», detalla.

El PP dio marcha atrás, en junio del 2012, a la presentación de una moción para volver al anterior sistema de limpieza. De haberse aprobado supondría la anulación del concurso, y el Ayuntamiento tendría que responder económicamente ante la empresa. Julia Rodríguez sigue pensando que la recogida con cubos es muy cara, pero entiende que no es el momento de hablar de futuro. «Hasta el 2020, el contrato es intocable. Después, todo dependerá del escenario político en ese momento», afirma.

Un único sondeo que no sirvió para zanjar el debate

El contrato con Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) fue firmado en agosto del 2010 y se hizo cargo del servicio de limpieza al mes siguiente. La recogida de basura con cubos no se implantó sin embargo hasta junio del 2011. Diez meses después, la empresa realizó una encuesta entre los usuarios por encargo del Ayuntamiento. El 80% valoraba entonces como «bueno» el nivel de limpieza de las calles. Pero esa mejora del servicio de recogida de basura no se asociaba con claridad a la puesta en marcha del nuevo modelo. Según aquel sondeo, un 46% de los encuestados prefería la recogida con cubos a los contenedores verdes. Ese mismo porcentaje, curiosamente, decía que estaba más a gusto con el sistema anterior.

Solo BNG y Esperta Monforte apuestan sin rodeos sobre la continuidad del actual sistema

Las contrataciones temporales a las que recurrió FCC al recibir la concesión obedecían a la mayor dotación de personal que requiere la recogida de basura mediante el reparto y posterior retirada de cubos. Estos trabajadores difícilmente podrán pasar a ser fijos sin garantías sobre la continuidad del sistema de limpieza que justificó su incorporación. «Non estamos por influír nas negociacións do convenio, pero pensamos que o alcalde debería actuar con algo máis de valentía neste asunto», sostiene la portavoz del BNG, Pilar López.

«Nós estamos a favor da recollida con cubos porque as rúas están máis limpas, porque é un sistema máis estético e porque ademais contribúe a manter empregos», añada la concejala del Bloque. El incremento de costes que trajo consigo está justificado, según su opinión, «tendo en conta a mellora que supuxo na calidade do servizo».

Gasto justificado

Esperta Monforte también está por la continuidad del actual sistema de limpieza. «Somos conscientes de que é máis caro, pero tamén temos claro que Monforte está moito máis limpo e hai menos problemas de malos olores», dice la concejala Maribel García. Desde su punto de vista, esta mejora adquiere «gran importancia» en el contexto de una economía volcada en los servicios y del pujante turismo. Este grupo cree que las únicas pegas que se puedan poner a la recogida con cubos se deben a la falta de civismo de una minoría. «Habería que vixiar e sancionar máis aos que non respectan as normas da recollida», apunta.